El juez federal Sebastián Casanello dio por cerrada la investigación contra el presidente electo, Mauricio Macri, en la causa por las "escuchas ilegales" y deberá resolver un pedido de la defensa para que se clausure la imputación en su contra.
Macri está procesado por una estructura enquistada en el gobierno porteño contra adversarios políticos y familiares: fue el único en una lista de procesados que no fue enviado a juicio oral y su situación quedó en espera de averiguaciones que el juez quería hacer en Estados Unidos, país que se negó a entregar esa información.
Fuentes judiciales indicaron a DyN que el jueves pasado, cuatro días después de ganar el balotajes, el abogado de Macri, Alejandro Pérez Chada, pidió el sobreseimiento de su cliente.
La defensa sostuvo que la producción de prueba que estaba pendiente no había permitido disipar las dudas y por lo tanto, a su criterio, correspondía cerrar la causa en su contra.
Ahora, Casanello le dio vista para que opinen al fiscal Jorge Di Lello y a las dos querellas: el familiar de víctimas de la AMIA Sergio Burstein, y el cuñado de Macri, Néstor Leonardo, quienes tendrán seis días hábiles para emitir su respuesta -aunque pueden pedir una prórroga-.
A partir de allí, el juez se encontrará en condiciones de resolver si clausura o no la acusación contra Macri. La causa empezó en 2009 cuando Burstein estaba de viaje en Nueva York con la presidenta Cristina Fernández para participar de una asamblea en la ONU y un agente de la SIDE llamó a su casa del barrio de Almagro y habló con su hija diciéndole que el teléfono de su padre había sido "pinchado".
Según Burstein, el desconocido dijo que había sido por orden del Jorge "Fino" Palacios, entonces jefe de la Policía Metropolitana a quien el marido de una victima de la AMIA denunciaba por el desvío de la "pista siria" en el atentado.
El juez Casanello ya mandó a juicio a Palacios, al espía Ciro James y al ex ministro de Educación Mariano Narodowski, además de ex jueces, empleados judicial y policías de Misiones, acusados de integrar una red que desde el Estado porteño realizaba intervenciones telefónicas ilegales.
Todos ellos serán juzgadas a partir del 5 de septiembre de 2017 por el Tribunal Oral Federal 5. Pero Casanello dejó procesado a Macri y se negó a sobreseerlo a la espera de que la Justicia de Estados Unidos enviara un informe sobre la contratación de la empresa Ackerman, supuestamente utilizada para espiar a Leonardo, quien por entonces estaba en pareja con una hermana del jefe de gobierno porteño -ya fallecida-.
El padre de Macri, Franco, declaró en la causa que había sido él quien contrató a esa empresa porque estaba preocupado por la suerte de su hija, mientras que la defensa de Mauricio Macri también había aportado información de la empresa Ackerman confirmando la contratación por parte de su padre.
Casanello recibió semanas atrás un informe de la Justicia de EEUU que rechazó enviar datos alegando no podía contestar con las pruebas que tenía la Justicia argentina, tras lo cual el juez citó a declarar como testigo a una funcionaria del Ministerio de Justicia, la autoridad de aplicación de los exhortos, que dijo que era muy difícil que ese país conteste esa clase de informes.
Ante ese panorama, Casanello resolvió no insistir con el exhorto en virtud de la demora del trámite "para asegurar el derecho de ser juzgado en plazo razonable", dijeron las fuentes.
Luego de que todas las partes formulen su requerimiento, el juez Casanello deberá decidir si hace lugar al pedido de sobreseimiento o lo rechaza y manda a juicio oral a Macri.