El abogado Federico Casal, representante de las hijas de Alberto Nisman, ratificó hoy que existen "pruebas" suficientes que "acreditan" que la muerte del fiscal federal fue un "asesinato" y acusó a la fiscal Viviana Fein de no haber hecho "nada" frente a ciertos indicios que, a su juicio, podrían haber esclarecido el caso hace tiempo. Convencido de que el deceso del fiscal no fue un "suicidio", el letrado insistió en que la causa debe pasar a la justicia federal y se manifestó expectante respecto de la decisión que adoptará la jueza Fabiana Palmaghini, respecto de la presentación que hizo la querella en esa dirección.
Casal, integrante de la querella que encabeza Sandra Arroyo Salgado, la ex mujer del fallecido fiscal, apuntó duramente contra Fein: "En el departamento de Nisman se encontraron tres huellas dactilares aptas para el cotejo; esta información la recibió la doctora Fein por escrito hace muchísimo tiempo. ¿Saben qué hizo para investigar la pertenencia de estas huellas? Nada", disparó.
En declaraciones a radio América, Casal denunció que lo acontecido en torno a la investigación de la muerte de Nisman, desde el principio, es "todo grave, muy grave". El profesional no solo criticó a Fein sino a su secretario por la actitud de ambos durante el reciente testimonio de Soledad Castro, secretaria de la UFI-AMIA y mano derecha del fiscal que apareció muerto en enero en su domicilio porteño de Puerto Madero, y que hoy cumpliría 52 años. Casal dijo que el secretario de la Fiscalía llegó a tener una postura "intimidante" hacia Castro, aparentemente "molesto" porque la colaboradora de Nisman insistía en relacionar la muerte del fiscal con su denuncia contra la presidenta Cristina Fernández y funcionarios nacionales por presunto encubrimiento de Irán en el ataque a la AMIA.
La querella de Arroyo Salgado sostiene un presunto vínculo entre la muerte de Nisman y su denuncia contra presidenta pero Casal lamentó que "esto fue descartado de entrada. La Fiscalía tomó una posición al inicio de la investigación, que hablaba de un suicidio".
"Todo esto está relacionado, nosotros decimos que lo mataron; en el expediente no hay nada que acredite que esto fue un suicidio. La conducta y actuación de Nisman, momentos previos a su muerte, no son congruentes con la hipótesis del suicidio", subrayó.
E insistió en esta teoría: "No hay prueba en el expediente que indique que Nisman se suicidó. Muy por el contrario, hay muchas pruebas que acreditan que se trató de un asesinato. Y no un homicidio común, sino de un fiscal federal que había hecho una denuncia contra la Presidenta y funcionarios y que al otro día iba a ir al Congreso a ampliarla".
El abogado retomó el ejemplo de las huellas que recordó que halló Fein en el departamento de Nisman.
"Se encontraron cinco huellas aptas para el cotejo, dos de ellas pertenecían a Nisman y quedaron tres que no se pudieron determinar de quiénes son. A estas tres huellas se las pasó por un sistema que tiene la Policía Federal, lo que dio resultado negativo. Pero la búsqueda no puede terminar ahí", advirtió.
En tal sentido, explicó que "hay un montón de bases de huellas dactilares en Argentina y en el mundo que hay que cotejar. Se tiene que emitir un alerta internacional respecto de estas huellas, diciendo ‘en donde se encuentren estas huellas, en un paso fronterizo, en la Aduana, en otro lugar, por favor, ingrésenlo’".
Casal insistió en lamentar que la presidenta y otros funcionarios hayan asegurado desde el principio que la denuncia de Nisman contra Cristina Fernández "parecía escrito por alguien que no tenía conocimientos jurídicos".
"Querían instalar la idea de que lo habían conminado a escribir eso desde afuera de la Fiscalía (UFI-AMIA)", deploró el abogado y remarcó que Soledad Castro, por caso, fue una de las profesionales "con quien Nisman escribió codo a codo la denuncia, redacción que les llevó más de un año".