En septiembre de 2008, el quiebre de la compañía norteamericana Lehman Brothers auguraba una grave crisis financiera internacional. Para moderar su impacto a nivel nacional, el Gobierno argentino impulsó en 2009 la creación del programa de cooperativas Argentina Trabaja. Por entonces fue un acto reflejo frente a la emergencia, pero hoy se convirtió en un programa integral de inclusión llevado a la práctica en varias provincias y localidades del país.
En Berazategui, el trabajo conjunto entre el municipio y las cooperativas suma obras para afianzar el empleo y el desarrollo urbanístico del distrito a través de la construcción de 53 instituciones y la elaboración de materiales, como caños, ladrillos o bloques, entre otras cosas.
A seis años del inicio del programa Argentina Trabaja, Berazategui cuenta hoy con unas 117 cooperativas conformadas por un promedio de 25 trabajadores cada una, lo que representa un total aproximado de casi 3 mil cooperativistas, todos oriundos de la Ciudad. El secretario de Organizaciones No Gubernamentales local, Marcelo Benedetti, explicó: “Lo primero que hicimos fue agrupar por oficios para poder visualizar al herrero, al albañil, al carpintero o al jardinero. Un albañil cortando el pasto es un desperdicio, al igual que un herrero haciendo un pastón en una obra. Por eso, ubicarlos por oficios fue nuestra prioridad y luego, a partir de allí, comenzar a trabajar sobre los polos productivos”.
Los polos productivos son fábricas ubicadas en diferentes puntos del distrito que aportan a los cooperativistas todo lo necesario para fabricar desde un ladrillo hasta una casa. “Para hacer obras necesitábamos bloques, para hacer veredas necesitábamos ladrillos y para hacer trabajos de cañería necesitábamos los caños, así que decidimos fabricarlo desde las cooperativas. Empezamos a buscar toda la cadena productiva desde un principio hasta llegar a hacer toda una casa, desde su base de cemento o un bloque hasta una ventana de aluminio. Todo lo teníamos que producir nosotros. Ese fue nuestro objetivo y lo logramos”, analiza con orgullo Benedetti. Así, hoy las cooperativas de Berazategui cuentan con varios polos productivos donde se fabrican materiales como bloques, caños de hormigón para desagües, aberturas, cestos de residuos, garitas de colectivos, carteles señalizadores, ladrillos intertrabados, ventanas, sillas, mesas, bajo mesadas, alacenas, placas y columnas de hormigón para muros pre-moldeados, además de placas y montajes para viviendas VIVI-SOL (un sistema cordobés muy similar a las casas prefabricadas pero de material). Con todos estos elementos, las manos de los cooperativistas ya levantaron desde los cimientos 21 centros de jubilados, 21 sociedades de fomento, 5 espacios libres y municipales, 5 instituciones y 2 clubes de barrio, siendo artífices además de algunos espacios de significativo contenido simbólico, como el Paseo de la Memoria y la Clínica Veterinaria Municipal.
“Se trata de optimizar los recursos y sistematizar el proceso. Berazategui cuenta con los polos productivos y nosotros aprovechamos no sólo los ladrillos, sino también los moldes que realiza la herrería para la construcción”, asegura el arquitecto Alejandro Quiñones, quien desde 2009 está vinculado con este programa social que mejoró la vida de muchísimas personas. “Yo considero que si alguien estuvo sin empleo y olvidado por muchos años y hoy recibe, a través de las políticas públicas, un ingreso y capacitación constante, vive un cambio profundo en su realidad. Desde el Municipio lo tomamos con gran seriedad, la gente cumple un horario y se le toma asistencia. Las personas llevan las pecheras del programa Argentina Trabaja con total orgullo”, destaca este arquitecto vecino de Ranelagh.
Además de la construcción, el trabajo de las cooperativas se amplía a muchas otras áreas como, por ejemplo, la refacción, el mantenimiento y la ampliación de Unidades Sanitarias (con obras de electricidad, plomería, albañilería, pintura y colocación de durlock), el embellecimiento de avenidas (levantamiento de suelos existentes, reparación de cloacas, agua potable, poste de iluminación, colocación de ladrillos articulados, garitas de colectivo, cestos de residuos, bancos y maceteros), limpieza y mantenimiento (barrido, pintura de cordones, rejas de contención, bancos de cemento, limpieza de rejillas), forestación (poda, recolección de ramas y la recuperación de espacios verdes, además del mantenimiento de pastizales y plantación de árboles), y la puesta en valor de escuelas y plazas.
Nuevas obras
Entre las casi 250 nuevas obras encaradas actualmente en Berazategui por las cooperativas del programa Argentina Trabaja, se destacan los dos CePLAs (Centros Preventivos Locales de Adicciones), que próximamente se inaugurarán -con la colaboración del SEDRONAR- en los Polideportivos del barrio La Serranita y del barrio Villa Mitre. Estos espacios están pensados para contener a jóvenes y alejarlos de las adicciones a través de un sitio de encuentro, recreación, formación y capacitación. Para su construcción, las cooperativas utilizaron los ladrillos de las bloqueras y los cerramientos de aluminio de la carpintería que ellos mismos producen.
Las cooperativas realizaron, entre otras obras, aulas y sanitarios en 3 Jardines de infantes del distrito (Nº 919 de Villa España, Nº 943 del barrio Los Ciruelos y Nº 937 de Gutiérrez); y llevaron a cabo la construcción de los clubes Río Encantado y Ranelagh Norte, y las sociedades de fomento Barrio Parque Malvinas y Centenario Sur.