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Temperley: le había dado el pésame a su familia y él era el asesino, hoy fue condenado a 24 años de prisión

A Oscar "El Buey" Sosa (30) lo condenaron por el crimen de Melisa Tuffner.

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Condenaron a 24 años de prisión al asesino de Melisa

Un hombre fue condenado hoy a 24 años de prisión por el asesinato de la estudiante de psicología y acróbata Melisa Tuffner, a quien atacó a golpes y puñaladas en 2015, según la sentencia difundida en los tribunales de Lomas de Zamora.

Los jueces Nicolás Amoroso, Gustavo Ramilo y Alejandro Garlata dieron inicio a la audiencia prevista para las 10 con algo de retraso en la sala de juicios de la planta baja del edificio de Camino Negro y Larroque, en Banfield.

El martes último, durante los alegatos, el fiscal Pablo Pando había pedido que Oscar «El Buey» Sosa (30), ahora condenado, recibiera la pena de 25 años de cárcel por el delito de homicidio simple, ya que no se pudo determinar cuál fue la motivación que tuvo.

Por su parte, la defensa oficial había solicitado la absolución por falta de pruebas o, en forma subsidiaria, una condena a ocho años.

Al exponer ante el Tribunal Oral Criminal 8 de Lomas de Zamora, Pando dio por acreditado que el hecho sucedió la tarde del domingo 19 julio de 2105, cuando Sosa vio en la calle a Tuffner (22) y comenzó a perseguirla mientras ella se dirigía al centro cultural «El Gringo Viejo», ubicado en Glew.

El caso

La joven tenía previsto ir a ese sitio y luego encontrarse con su familia en la cancha de Temperley, el club del cual era fanática, aunque nunca llegó, ya que antes los vecinos la encontraron tirada en la vía pública gravemente herida y agonizando.

Melisa fue trasladada a la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Longchamps, donde los médicos constataron que presentaba dos heridas punzocortantes profundas en la cabeza, una en la parte posterior y otra en la sien, y un corte en la cara, además de golpes.

Cuando sus familiares se enteraron, tramitaron su traslado al Hospital Sirio Libanés, en el barrio porteño de Villa Devoto, aunque llegó con muerte cerebral y finalmente falleció a los tres días.

El fiscal señaló como prueba más relevante contra Sosa las cámaras de seguridad de un gimnasio y de una peluquería que captaron cuando el imputado iba persiguiendo a Melisa mientras miraba hacia los costados y trataba de esconderse.

Si bien las cámaras no tomaron el ataque, se los ve doblar en una esquina y a 100 metros de allí es donde la joven fue encontrada herida gravemente, sin que le hayan robado nada y sin signos de abuso.

A poco de cumplirse el mes del asesinato, el 16 de agosto, “El Buey” –apodo que se ganó luego de que su mujer lo dejara por un amigo mientras él estuvo preso por robar un almacén del barrio– fue a darle el pésame a Marcelo, el papá de Melisa.

Me había sorprendido que no hubiera venido antes. Es un pibe al que siempre le di una mano. También se ponía a conversar con ‘Mell’. Ella le daba consejos. A veces le comprábamos unos sandwiches que vendía casa por casa y otras le dábamos plata para los cigarrillos”, le contó Tuffner a Clarín.

Un día después, cerca de las 17, el sospechoso se presentó en la comisaría. Dijo que quería dar explicaciones. La fiscal de la causa, Mabel Lois, pidió su detención y ordenó allanamientos. “Hace dos meses y medio, su pareja, con la que tiene dos hijos, lo echó por violento. Desde ese momento fue pasando por distintos lugares”, detalló una fuente de la causa.

Si bien no hizo una confesión, los policías que lo recibieron ese día declararon que dijo: «Me vengo a entregar, sé que me están buscando. Mi alma es impura, sé por qué Dios me puso aquí».

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Posteriormente, el hombre se reconoció en los videos, pero aseguró que él no había matado a Melisa y que ni se había dado cuenta de que la habían atacado porque él se había ido directamente a su casa.

Por otra parte, se valoraron los testimonios de familiares de la víctima que aseguraron que Sosa era una persona «aterradora» que provocaba «miedo» a las mujeres del barrio, incluso a Melisa.

La hermana de la víctima, por ejemplo, dijo que siempre se sentía «acosada» por el sospechoso porque constantemente le decía cosas.

Además, una prima del acusado contó al tribunal que «El Buey» intentó abusar de su hija, le tapó la boca y le dijo que si hablaba iba a matar a sus padres.

Por su parte, la ex mujer de Sosa, con quien tiene dos hijos, recordó que tras separarse de él hace varios años lo denunció por violencia de género.

Otra mujer relató que tras el hecho se encontró con la hermana del imputado, quien le manifestó que Sosa había sido el responsable aunque no pudo ser citada porque no se puede declarar contra un familiar.

También se tuvo en cuenta que el sospechoso tiene antecedentes por un robo con un cuchillo y el informe de psiquiatras que señalaron que Sosa es «desadaptado socialmente y tiene delirios místicos y religiosos».

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