La selección Argentina se consagró campeón Sudamericano Sub 15 por primera vez en su historia. El valor del éxito es refrescante, reparador. También, apenas un punto de partida para la refundación de los seleccionados argentinos que comenzó el 13 de julio pasado.
No existe magia en cuatro meses; sí, quizá, un círculo de compromiso y capacidad. Cinco victorias, dos empates, 25 goles a favor. y el triunfo final sobre Brasil, nada menos, el tetracampeón de la categoría que había ganado sus seis partidos en el certamen.
Diego Placente, una intriga como DT hasta hace dos semanas, construyó un equipo atrevido, intenso y singularmente equilibrado para una edad de lógicos vaivenes. Valiente, perseverante. Capaz de regresar después de dos martillazos para darle bordados de épica al triunfo por 3 a 2. Una coronación soñada.