El Gobierno oficializó hoy la disolución del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano "Manuel Dorrego", creado en 2011 durante la administración de Cristina Fernández de Kirchner y que luego atravesó una crisis por una interna entre los integrantes de su directorio.
Entre los considerandos de la norma, se destacó que "el accionar de las instituciones científicas y académicas reconocidas por el Estado e incorporadas dentro de los sistemas nacionales de evaluación la producción historiográfica, debe realizarse en el marco de la más absoluta pluralidad ideológica".
Al respecto, el decreto asevera: "No es función del Estado promover una visión única de la historia ni reivindicar corriente historiográfica alguna sino, por el contrario, generar las condiciones para el ejercicio libre e independiente de la investigación sobre el pasado".
El Instituto Dorrego. Funcionaba en la calle Rodríguez Peña 356, Capital Federal, había sido creado por la ex mandataria a través del decreto 1880/2011.
Este organismo tenía como objetivo "profundizar el conocimiento de la vida y obra de los mayores exponentes del ideario nacional, popular, federalista e iberoamericano".
También, debía poner énfasis en "el estudio, la ponderación y la enseñanza de la vida y obra de las personalidades de nuestra historia y de la Historia iberoamericana que obligan a revisar el lugar y el sentido que les fuera adjudicado por la Historia oficial, escrita por los vencedores de las guerras civiles del siglo XIX".
Su presidente fue el escritor e historiador Mario "Pacho" O’Donnell, quien en medio de una interna entre los integrantes del directorio, en diciembre de 2014 propuso cerrar el Instituto Dorrego.
"Nuestros peores enemigos estaban adentro", lanzó O’Donnel en aquella fecha.
Luego, la presidencia del centro de estudio recayó en el dirigente peronista Víctor Ramos, quien en febrero de 2015 fue desplazado por una intervención de la entonces ministra de Cultura, Teresa Parodi.