Los intendentes peronistas se reunieron ayer en Almirante Brown, con Cascallares a la cabeza. La idea es mostrar unidad y cerrar filas para reclamar a los legisladores de su propio espacio que reencaucen las conversaciones y le aprueben el presupuesto a María Eugenia Vidal, ya que tras la asunción de la gobernadora se inició una pelea por el endeudamiento y el reparto de recursos.
La reunión mantenida en la tercera sección de la Provincia tuvo como objetivo diseñar el nuevo pliego de condiciones. En declaraciones al diario La Nación, el intendente Mariano Cascallares, anfitrión de este encuentro indicó: "Más importante que los números es el qué y el cómo". Con esa llevarán al encuentro que convocaron para hoy, con diputados y senadores provinciales del Frente para la Victoria (FPV), que tiene com foco el de recuperar influencia en el mapa político.
"Vamos a acompañar siempre y cuando se garanticen obras para los municipios, partidas para equipar las policías locales y mejorar la seguridad, y todo lo que sirva para la calidad de vida de los vecinos", explicó Gabriel Katopodis, de San Martín.
Consignó el matutino que si bien no se aferran a cifras, el piso del que parten consiste en habilitar un endeudamiento por 45.000 millones de pesos y otros 15.000 millones como una suma extra de fondos coparticipables a municipios destinados a planes concretos. Eso totaliza unos 60.000 millones, que es superior a los $ 35.000 millones que pretendía el bloque K e inferior a los $ 110.000 millones que pidió Vidal.
"La idea es fijar un estrategia política integral porque hasta ahora hubo mucha desprolijidad", opinó otro intendente. El pase de facturas interno apunta, especialmente, al jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria, José Ottavis. El dirigente, miembro de la mesa de conducción de La Cámpora, quedó en el fuego cruzado por la táctica parlamentaria desplegada la semana pasada. A último momento, la bancada no dio quórum para la sesión en la que iba a tratarse el presupuesto.
La presunta invocación de una orden de Cristina Kirchner aportó más ruido en un diálogo que ya venía con interferencias. "A José le quedó grande el rol. [Sergio] Massa, con menos legisladores, se lo está llevando puesto", sostuvo un intendente. Mientras que en el Senado bonaerense el peronismo se partió en dos, los diputados conviven con una pelea que se agita entre los 24 que funcionan bajo el paraguas de Ottavis y otros doce declarados en rebeldía.
De los Oktubres,que se formó hace dos años y ahora debate su futuro, estuvieron Francisco Echarren (Castelli), Santiago Maggiotti (Navarro), Juan Pablo De Jesús (Partido de la Costa) y Hernán Y Zurieta (Punta Indio). Ausente con aviso, Patricio Mussi (Berazategui), el rostro mediático del grupo y postulante trunco por la gobernación, dio su apoyo por WhatsApp.
Pasadas las 19, apareció Walter Festa, intendente de Moreno y una de las pocas estrellas electorales de La Cámpora. Cercano a Ottavis, su participación fue doblemente festejada por peronistas que intentan disputarle poder a la agrupación preferida de la ex presidenta.
Entre los más activos en la coordinación de la cita, estuvieron los miembros de la "Liga de intendentes peronistas", que cuenta en sus filas con los nuevos intendentes y otros que fueron reelegidos en sus cargos, como Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Fernando Gray (Esteban Echeverría).
No fueron parte del encuentro Verónica Magario, de La Matanza, que dio aviso de su ausencia y prestó anuencia para la reunión, tampoco estuvo Jorge Ferraresi, de Avellaneda, uno de los que pidieron por Cristina 2019. "Pero estaban de acuerdo", alertaron anoche.