Michel Temer habilitó mediante un decreto a las Fuerzas Armadas para actuar contra la violencia urbana en Río de Janeiro, a la que calificó como una «metástasis que se desparrama por el país y amenaza la tranquilidad de la población».
«Ustedes saben que el crimen organizado casi que se apropió del estado de Río de Janeiro», en una «metástasis que se expande por el país y amenaza la tranquilidad de nuestro pueblo»
La decisión de decretar la intervención federal fue adoptada tres días después del fin del carnaval de Río de Janeiro, que este año se vio manchada por numerosos y graves episodios de violencia.
«medida extrema porque todas las circunstancias así lo exigen» y aseguró que habrá «respuestas duras y firmes para enfrentar y derrotar al crimen»
«No podemos seguir aceptando pasivamente la muerte de inocentes. Es intolerable que estemos enterrando madres y padres de familia, trabajadores, policías, niños y niñas, y que veamos barrios enteros sitiados, con sus escuelas bajo la mira de fusiles», aseguró sobre la realidad que vive a diario la población de Río de Janeiro. Además, subrayó que la intervención federal abarcará también sectores como el presidiario y la vigilancia de las carreteras.
La medida que tomo el actual presidente es la primera de este tipo desde el fin de la dictadura militar en 1985 y pone a los militares del Ejército a cargo de la policía, los bomberos y los servicios de inteligencia del estado de Río de Janeiro.
Por otro lado la directiva de la Cámara de Diputados como del Senado ya han manifestado su respaldo a la medida y anunciado que será tratada la semana próxima.
Tras el trámite parlamentario, entrará en vigor la administración de seguridad del jefe del comando este del Ejército, general Walter Souza Braga Neto, el mismo que actuó en la operación contra el delito en los Juegos Olímpicos Río 2016. En tanto, el general Braga será el interventor en la seguridad de Río de Janeiro.
El Gobernador de Río de Janeiro avala la intervención del ejercito
El gobernador de Río, Luiz Fernando Pezao, del mismo partido de Michel Temer, el Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB), reconoció que hubo fallas de seguridad en el último carnaval y que apenas la policía no puede controlar el accionar de los grupos de narcotraficantes y las gavillas.