La historia cotidiana de la negociación salarial en general, y docente en particular, de la provincia de Buenos Aries es difícil contarla, o peor aun adelantarla por los diarios porque ambas partes acuerdan que no se trata de una negociación que se tiene que hacer por ‘los medios’.
Pero ese punto no es el único acuerdo, también ambas partes, los dirigentes gremiales y los funcionarios del gobierno de María Eugenia Vidal saben por dónde empieza a transitar la línea meridiana de la negociación.
Se ve a la distancia que no se trata sólo del 15% de aumento y alguna discusión sobre el ausentismos o su reverso el presentismo agota las variables; del mismo modo que el 23% más cláusula gatillo de piso inamovible es la posición final de los gremios. Hay paradas intermedias.
La idea de una cierre que no sea definitivo, con cláusula de revisión preestablecida empieza a ganar confianza entre los participantes, en desmedro del gatillo, pero rápidamente aparece otro eje de disputa entre las partes, que es cuando hacer la revisión y como se escalona ese aumento ya jugado del 15%.
El gobierno se esmera en acciones. Hay un jugador que aun no apareció en la cartelera que es el ministro de Economía Hernán Lacunza, algunos deslizan que este funcionario tiene prácticamente cerrado un acuerdo con el resto de los principales gremios estatales no docentes de la provincia, aunque está guardado bajo siete llaves, y espera el momento de entrar en acción.
Más allá de la veracidad de la cuestión, resulta llamativa la inversión de la negociación salarial que el año pasado la provincia desplegó en secuencia contraria. Primero cerró con el resto de los gremios y dejó para el final a los docentes. Igualmente llamativo es el silencio que hay en torno a esta negociación de parte de los gremios, que están quietitos sin mayores sobresaltos.
Por ahora, el dueño de la paritaria docente es el ministro de Trabajo Marcelo Villegas, por parte del gobierno, que además sentó a su lado a un nuevo funcionario, el flamante sub secretario de Trabajo Horacio Barreiro, una pieza que el vicegobernador Daniel Salvador introdujo en el organigrama y que ahora asoma en las primeras líneas de la cartera.
Aunque en el gobierno aclaran que la creación del nuevo ministerio de Asuntos Públicos y la participación del propio titular de esa cartera, Federico Suárez, es para potenciar el debate público de la negociación y dejar debidamente explicitada la filosofía política que guía al gobierno en la misma.