El Papa designó a un cura villero obispo en Lomas
El Papa Francisco nombró nuevamente a un cura villero como obispo en una jurisdicción argentina: esta vez monseñor Jorge García Cuervo fue designado como auxiliar de Jorge Lugones en la diócesis de Lomas de Zamora, una de las zonas más pobres del conurbano bonaerense.
García Cuerva, que ejerció casi todo su presbiterio en la villa La Cava, de San Isidro, recibió su ordenación episcopal en la catedral de Lomas, en una misa concelebrada por 20 obispos y encabezada por Oscar Ojea, designado el año pasado como presidente de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina.
LEER MÁS: Por qué el Papa no vendrá a la Argentina en 2018
«Quiero ser testigo de la vida en medio de la muerte hoy en el conurbano bonaerense, en sus comunidades y barrios, en las periferias existenciales», dijo García Cuerva, en una cita directa del Papa Francisco, que varias veces se refirió a la cuestión de las «periferias existenciales» como prioritarias.
El nuevo obispo también aseguró que se propone acompañar «el caminar y la lucha de tantos que sufren el flagelo de la droga, el drama de la falta de trabajo y de vivienda, la cárcel, la enfermedad, la soledad, la más profunda angustia existencial» de los habitantes del Conurbano, que tiene los peores índices sociales de la Provincia.
Al igual que con Carrara, García Cuerva fue retirado en andas de la catedral en medio de un clima festivo por parte de vecinos, fieles y amigos del cura nacido en la provincia de Santa Cruz el 12 de abril de 1968. Durante la ceremonia, el nuevo obispo utilizó un báculo de madera realizado por presos del Complejo Penitenciario de Ezeiza, un ámbito también conocido para el sacerdote referente dentro de la pastoral carcelaria.
Entre los símbolos de su ministerio episcopal, García Cuerva eligió las «chapas de las casas de las villas», bajo los cuales «el calor y el frío se sienten mucho más». Dijo que «allí se escuchan hasta los más mínimos ruidos y se distinguen todos los sonidos del barrio. Allí se adquiere una sensibilidad particular, que quiero mantener y profundizar en mi corazón de pastor estando bien cerca del pueblo».