Miembros de partidos políticos, sindicales, militantes dneuncian que "Milagro Sala es una presa política", así lo asegura Mara Brawer, coordinadora del Comité por la Libertad de la dirigente jujeña de la organización Tupac Amaru y diputada del Parlasur, detenida inicialmente por un acampe frente a la gobernación, el 16 de enero último e imputada después en diversas causas penales por enriquecimiento ilícito, evasión fiscal, aparte de la más antigua por amenazas, iniciada en 2009 por el actual gobernador Gerardo Morales, en la que fue absuelta este mes.
A quienes integran el Comité "lo que nos une no es la adhesión a un espacio político sino la convicción de que en democracia no puede haber una presa política", cuya detención "es ilegal e ilegitima, no ajustada a derecho", sostuvo Brawer, según informó un comunicado de la organización.
Entre los primeros 20 donantes de contaron también la legisladora porteña Andrea Conde (FPV–NE), Eduardo Sigal (Frente Grande), María Elena Naddeo (APDH), Itahí Hagman (Patria Grande), María Reigada (CTA de los Trabajadores), Ignacio Ivancich (Movimiento Compañeros) Iván Wrobel (ATE) y Alejandro Garfagnini, coordinador nacional de la Tupac Amaru.
"La persecución ya no es sólo contra Milagro Sala sino contra todos los integrantes de la Tupac Amaru y contra toda organización que sea opositora al gobierno, porque hoy en Jujuy no hay estado de derecho ni garantías constitucionales para ningún ciudadano", afirmó Garfanini.