Joaquín tiene síndrome de Tourette y el aceite de cannabis mejora su calidad de vida de forma notable.
La jueza de Río Negro Mirta Filipuzzi autorizó a la abuela de Joaquín Navarro de siete años, a que cultive “todas las plantas de cannabis que sean necesarias” para poder tratar la enfermedad de su nieto.
Se trata del segundo amparo de uso de cannabis medicinal en Argentina. El primero fue en Salta, en el tercer mes del año, cuando la Justicia autorizó a una mujer a cultivar 12 plantas adultas y cuarenta plantines de distintas cepas para tratar el trastorno neurológico de su hijo.
El síndrome de Tourette es un trastorno neuropsiquiátrico que se identifica por la aparición de múltiples tics motores y por lo menos un tic fónico involuntario. Se pueden registrar cambios periódicos en la cantidad, en la frecuencia, en el tipo y en el lugar en el que se producen los síntomas y avatares en su gravedad.
Joaquín fue diagnosticado a principios de dos mil dieciseis. Y el cuatro de noviembre de ese año, su familia le dio aceite de cannabis por vez primera. «La mejoría se apreció desde el primero de los días. El día de hoy te puedo decir que gracias al cannabis mi nieto es un chaval de segundo grado más, que va a una escuela normal. Si no te digo que tiene Tourette, no te das cuenta», dijo María Eugenia Sar, su abuela, tras el fallo.
«Ya casi no tiene tics, bajó ansiedad, no tiene más TOC. Hace una vida normal. No tiene problemas para sociablizar. Merced a Dios apenas supimos del síndrome dejamos los tabúes de lado y nos animamos a probar.», contó.
