Metalúrgica de Quilmes en peligro por clausuras irregulares: Un inspector golpeó a un trabajador
Trabajadores de la empresa metalúrgica Airmo, de Quilmes Oeste, reclaman al Municipio que regularice su situación y termine con las clausurados por supuestos ruidos molestos que afecta a 15 familias que ven perjudicada su fuente laboral.
Leonel Crisione, uno de los empleados del lugar recordó que en dos años “fueron varias clausuras” y lanzó que “sufren una persecución importante”. La empresa funciona allí desde 2016, pero el año pasado tuvieron la primera clausura por denuncias por presuntos ruidos molestos, que el trabajador aseguró “son mínimos”.
«Hicimos una cabina para insonorizar lo más posible, pero como somos una industria y estamos en una zona industrial entendemos que puede haber ruidos que no son molestos”
dijo y cargó contra los vecinos “que son un pequeño grupo que denuncia a todo el mundo”.
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“No entendemos cómo el Municipio nos clausura sin sentido, ya que hicieron las mediciones correspondientes y nos dieron bien. En la agencia de Fiscalización y Control nos ratificaron la clausura y adujeron que se nos venció la habilitación provisoria de 180 días, pero la realidad es que los trámites administrativos son muy lentos”, concluyó.
Un trabajador de Airmo fue agredido por un inspector del Municipio de Quilmes
Los trabajadores de AIRMO SA realizaban un corte en Yrigoyen y Matheu, cuando uno de ellos fue agredido por un inspector de la AFyCC que intentó pasar con una camioneta. Los trabajadores denuncian una “persecución” por parte del Municipio hacia la metalúrgica, la cual tiene la habilitación precaria vencida.
El hecho ocurrió en el cruce de Yrigoyen y Matheu a raíz de una manifestación que estaba llevando adelante trabajadores de la empresa AIRMO SA, de Quilmes Oeste. Todo se inició tras la decisión de la Agencia de Fiscalización de Quilmes de cortar la energía a la metalúrgica ubicada en Madame Curié 1069.
“Venimos hace dos años perseguidos por el Municipio de Quilmes, porque hay denuncias de vecinos que adjudican ruidos molestos. Por eso hicimos un cerrado para atenuar los ruidos. Demostramos buena voluntad”, contó Leonel, uno de los trabajadores.
El empleado sostuvo que pese a los esfuerzos por tener los papeles en regla, el Municipio realiza una “persecución”. Manifestó que “nunca nos dieron los resultados de las mediciones” y que tomaron la postura por “tener la habilitación precaria vencida”.
“Somos más de 15 familias que hoy se nos niega el derecho a trabajar”
agregó.
Con respecto al incidente, Leonel dijo que “nosotros cortamos la calle y vino inspector de mala manera a pedirnos que no lo hagamos. Le dijimos que no, me empujó, me agredió físicamente y ahí se fue a mayores”.