Un edificio histórico de 1915 en avenida Meeks 1058 (Temperley oeste) que fue forrajería para la caballada de ésos tiempos hoy es un aclimatado espacio cultural, con paredes desnudas al ladrillo, altos ventanales y amplios espacios para gozar la vista y el alma.
En este lugar con la exposición de diferentes obras, Flor Menéndez, como le dice su gente, recibió a vecinos, amigos y diferentes personas que la conocen y otras que hurgaron para saber más. La entrada imponente puerta de doble hoja, una serie de asientos cómodos a los costados, sillas y mesas que hay que esquivar mientras pasás hacia el escenario de fondo.
-¿Quién le pone el precio a la producción artística? Debatíamos en un rincón con otras personas sobre unos dibujos en lápiz y crayones de la autora; tazas, pinturas, imanes eran ofrecidos para llevarse un poco del arte local.
“Yo venía de chica al Padilla”, dice. Y la verdad verlo cerrado daba pena y que lo hayan abierto para hacer eventos culturales cuando me llamaron para exponer dije si”. No suelo exponer porque hacerlo implica todo un trabajo, exponerse a uno mismo, y la vida me lleva más a otros lugares pero el Padilla es Temperley y por eso vine”. Hay toda una onda de hacer cultura, y en éste momento de país, es como que el que apuesta a la cultura le agradezco y también le abro la puerta, nos abrimos ambos las puertas.
¿Qué es, quién es Flor Menéndez más allá de la mujer y artista?
-Yo hago lo que me moviliza, por ejemplo lo que venimos haciendo con un reclamo en el Puente de Temperley –para que den paso a peatones, haya rampa para discapacitados, etc.- soy muy de acá por eso las cosas que más cerca tengo son las que más me movilizan, porque son las que puedo accionar, las que puedo de alguna manera transformar, aunque sea un poco; como cuando trabajo en el hospital –Gandulfo-. Yo soy eso, cuando digo: puedo aportar algo a esto.
Mi trabajo pasa por no acomodarte en algo fijo para que no te etiqueten, para que no te repitas, el trabajo de seguir buscando. Recién me dijeron algo que me llamó la atención, que pudieron ser muchas personas las que pintaron ésos cuadros, que no tenían el mismo sello todos, eso me pareció que se asocia a mí. Vos ves los cuadros y parecen autores diferentes, y si uno es diferente todo el tiempo, y cambia y le pasan cosas! Y hoy te gusta lo monocromo y mañana el color.
Cuando digo que me hago cargo de cosas que me movilizan me moviliza también el otro, ahí está mi compromiso y mis convicciones, por ejemplo el Puente de Temperley es “el otro” no es para mí es para todos, el hospital es la gente, los que padecen no soy yo, si uno sabe al menos que hace algo aunque sea mínimo para que no sufran tanto dolor, que pueda ayudar con eso ya valió todo el trabajo.
Trabajo participativo y colectivo. Cuando lo empecé a hacer es lo más difícil, preparar todo para que todos puedan estar, tengo que coordinar y hasta a veces no puedo poner un pincelada, pero lo que devuelve es la alegría con que se trabaja, se hace mucho más rápido, charlamos nos conocemos, si es un trabajo a beneficio de algo salen otras ideas, se habla con los que están, la gente colabora con sus saberes, nos copiamos unos a otros para ayudar en una causa. Todo eso cuando termina el día e hiciste el mural es impagable. El trabajar sola me pueda dar otras cosas, explayarme, poner técnicas más plásticas, dar de comer a mi ego –tema más complejo éste- pero el placer que siento al hacer una obra colectiva, la devolución es lo más parecido al amor.
–Soy realmente libre en mis decisiones. No estoy afiliada a ningún partido político, pero digo que la municipalidad me abrió sus puertas y me ayudó mucho y lo que es la cultura. En éste momento está complicado pero porque está complicado el Gobierno y le recortan el presupuesto a la municipalidad y eso hace que se corte con todos los artistas amigos que trabajamos; era un placer entrar ahí y encontrarte con tus amigos artistas y nos es nada poco que nos hayan abierto la puerta a los trabajadores del arte de la zona. Tenemos que seguir saliendo porque esto sigue siendo nuestro, por eso también soy muy agradecida.
