River no quiere jugar en Madrid la Superfinal de la Copa Libertadores
El título de la Copa Libertadores se disputará en España. Tras el empate en la Bombonera y los incidentes registrados en las inmediaciones del Monumental, la Conmebol resolvió llevar la revancha a la cancha del Real Madrid.
Como si se tratara de una ironía, la fecha será el 9 de diciembre. Una jornada que es recordada por la Batalla de Ayacucho de 1824, el último gran enfrentamiento dentro de las campañas terrestres de las guerras de independencia hispanoamericanas.
En ese contexto, desde Núñez River Plate sacó un comunicado oficial en el que ratifica su rechazo de trasladar la sede a la capital española, ya que «desnaturaliza a la competencia, perjudica a los socios que ya tenían la entrada en su poder y afecta la igualdad de condiciones deportivas para el local».
En el documento, la institución del Millonario argumenta que la responsabilidad de los incidentes que se registraron en las inmediaciones del Antonio Vespucio Liberti se basa en la incompetencia del operativo de seguridad y que los 66.000 hinchas que se encontraban en el estadio se vieron perjudicados al mantenerse en el escenario durante más de 8 horas del sábado, para luego volver a ingresar al día siguiente.
El comunicado oficial de River Plate
A partir de la presentación realizada durante el día de ayer, viernes 30 de noviembre, ante la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), River Plate ratifica su rechazo al cambio de sede. El Club entiende que la decisión desnaturaliza la competencia, perjudica a quienes adquirieron su ticket y afecta la igualdad de condiciones a partir de la pérdida de la condición de local.
A continuación se enumeran las razones a partir de las cuales River Plate sostiene la postura antes mencionada:
– La responsabilidad por la falla del operativo de seguridad del día sábado 24 del corriente mes, ocurrida fuera del anillo perimetral dispuesto para el evento, fue, además de pública y notoria, asumida abiertamente por las más altas autoridades del Estado. Esto equivale a decir que los hechos que River Plate lamenta -y por los que se solidarizó oportunamente- no son de ningún modo responsabilidad del club.
– Más de 66 mil asistentes al estadio aguardaron pacientemente durante alrededor de ocho horas el día sábado y volvieron a concurrir por segunda vez al estadio el día domingo. A esos mismos espectadores se les niega ahora -injustificadamente- la posibilidad de presenciar el espectáculo, en virtud de la evidente diferencia de costos y la distancia propia de la sede elegida.
– Es incomprensible que el clásico más importante del fútbol argentino no pueda desarrollarse con normalidad en el mismo país que en los días que corren se desarrolla un G20. El fútbol argentino en su conjunto y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) no pueden ni deben permitirse que un puñado de violentos impidan el desarrollo del Superclásico en nuestro país.