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Glew: delincuentes asesinaron a un almacenero que se resistió a un robo

Cuatro asaltantes simularon ser clientes y se quisieron llevar la recaudación, el almacenero de Glew luchó y le pegaron un tiro. El dolor de la familia y los vecinos.

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Glew: delincuentes asesinaron a un almacenero que se resistió a un robo

 

Un almacenero se resistió a un robo en su negocio en Glew, provincia de Buenos Aires, y lo mataron de un tiro. La tragedia ocurrió este sábado a las 21.30 y la víctima, identificada como Simón Burgos Mamani, tenía 60 años.

De acuerdo con lo que informaron fuentes de la Policía, el homicidio tuvo lugar en un almacén ubicado en General San Martín al 1800, partido de Almirante Brown, donde trabajaba la víctima.

Según trascendió, los cuatro delincuentes simularon ser clientes, uno de ellos sacó un arma de fuego y amenazó a Mamani para que le diera la recaudación. Pero el comerciante se resistió y comenzó a forcejear con el asaltante, quien hizo dos disparos: uno dio en el techo y el otro en el pecho de la víctima.

Tras los disparos, los asaltantes se escaparon en las dos motos en las que habían llegado y la víctima fue trasladada a la Unidad de Pronta Atención (UPA) 5 de Almirante Brown, donde falleció a raíz de las lesiones sufridas.

En tanto, efectivos de la comisaría 7ma. de Glew arribaron al lugar alertados de lo ocurrido y se entrevistaron con algunos testigos en busca de pistas sobre los asaltantes. También analizaban las cámaras de seguridad de la zona para establecer la ruta de escape.

«Mis hijos me preguntan por su abuelo y yo no sé qué responder», manifestó en declaraciones la nuera del almacenero.

Nancy, una vecina que vive a dos casas del almacén, contó que «Simón era el guardián del barrio» y que compartían un grupo de Whatsapp por «el sistema de alarma vecinal contra la inseguridad».

«Él siempre estaba pendiente. Nos cuidaba», señaló la mujer, quien recordó que en una oportunidad a ella le quisieron robar cuando bajó del colectivo y el almacenero salió «a correr» a los delincuentes con «una amoladora».

«Cuando pasó lo de Simón, sonó la alarma y todos salimos a la calle», añadió la vecina.

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