Mala gestión e inoperancia en la recolección de residuos en Quilmes inundada por la basura
Las calles de Quilmes suelen estar tapadas de basura debido al deficitario servicio de recolección de residuos que Lleva un cabo el Municipio encabezado por Martiniano Molina.
Es que la gestión de Cambiemos no logra llevar buenas políticas en la recolección de residuos del distrito que tiene grandes dificultades de limpieza y medio ambiente.
Una de las medidas más polémicas que tomó el Ejecutivo fue el cambio de horario de la recolección de residuos, otro desmanejo del área de servicios públicos protagonizó el Gobierno Municipal.
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La Secretaría de Servicios Públicos informó que el servicio de recolección de residuos domiciliarios en Quilmes Este, se llevará a cabo los días sábados en lugar de los domingos como se venía haciendo habitualmente. Bajo este nuevo cronograma, el retiro de residuos quedará unificado en todo el distrito de lunes a sábados.
Pero lo polémico no tiene que ver con los días en los que se llevará adelante la recolección sino los turnos. El Gobierno local informaron que los turnos serán a partir de las 04.30 y de las 15.00 horas.
Esta medida es contrario a todas las recomendaciones de medio ambiente que respetan los otros distritos. Según denuncian, está es otra política arbitraria de Molina que provoca la contaminación en el distrito donde hay barrios que ni reciben la recolección.
Contenedores desbordados de basura, veredas sucias y olores nauseabundos son las características de Quilmes en los últimos meses. Sin olvidar, la ola de despidos que se ha reunido a 500 trabajadores justamente de las áreas de limpieza y medio ambiente, entre otras.
El «arroyo basura» de Quilmes: contaminación, inundaciones y un foco de infecciones
A los vecinos de Quilmes Oeste el Estado parece que no les llegó a la puerta de su casa. Como el basurero no pasa por el barrio que rodea al arroyo Las Piedras, mucha gente de la zona y de otros lugares llega hasta allí para tirar sus desperdicios al cauce del agua.
Los desperdicios acumulados son inmanejables: alimentos, animales muertos, madera, bolsas de material de concreto, plástico, autopartes de vehículos. Cualquier cosa puede aparecer en el «arroyo basura».
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«Tenemos que sacar basura por basura, bolsa por bolsa. La mayoría tenemos que trabajar con carritos. Es poco lo que se gana. 10 pesos, una harina, fideo, algo de comida», contó un hombre que se dedica a llevar todo con su caballo, junto a su hijo de 8 años. Cuando el hombre intentó llevarle las bolsas a una mujer, la vecina se enojó. «No podés tirar la basura ahí porque sino me contamino yo, contamino a mi vecino a mi barrio, a todos», exclamó.
La otra situación que preocupa a quienes viven a la vera del arroyo son las inundaciones. Para que no se tapen las salidas del agua, varias personas terminan improvisando una balsa con un telgopor, resto de una vivienda social que no se construyó, en la que se suben para quitar los desechos.
Un problema global de gestión en Quilmes
La última vergüenza de la gestión de Martiniano Molina fue que un camión de basura quedó atrapado en un bache en Bernal. ¿Ellos mismos se ponen palos en rueda?
