El Municipio de Martín Insaurralde es un entramado complejo en el cual conviven, sin armonía, varios jefes que han logrado llevar a sus hombres hasta las oficinas de Manuel Castro 220. Resulta ser que varios inspectores municipales fieles a su jefe -Quique Greco- son felicitados cuando se dedican a los “aprietes políticos” y no tanto a la búsqueda de deficiencias administrativas. Entretanto, los buenos trabajadores son castigados porque no son “funcionales” a ese sistema de látigo y bolsillo.
Suma al conflicto las internas entre el director general de recaudadores Greco y el secretario de Gobierno, Martín Choren, por espacios de poder y dinero. Greco, con sus “nenes” de Budge, y Choren con su banda de barras de Banfield -trabajó en el departamento de prensa del club durante varios años-, Los Andes, River y Boca.
Hasta hace unas semanas el director de Eventos Masivos, Pablo Portell (ex concejal del PRO que debió renunciar) estuvo implicado en un hecho confuso en el boliche Black and White; su lugar lo ocupó una persona muy cercana Choren, Cecilia Morinigo.
El dueño de Black and White -un portentoso boliche ubicado en Las Lomitas -, de apellido Beltrán radicó una denuncia en la justicia por un hecho con patotas que golpearon a clientes, a su hijo, al propio Beltrán y rompieron todo; esto llevó más tarde a Beltrán a un ACV –accidente cerebro vascular-, por golpes que recibió y presiones varias de parte de los recaudadores municipales. El de Beltrán es unode los tantos casos.
La clausura como castigo
Un caso resonante fue el de María Carla Policicchio, iniciadora de Lomas Alerta, una organización social que trabaja contra la inseguridad. Muchas de las actividades de esa ONG incluyen visitas seguidas a medios de comunicación televisivos para denunciar los casos de inseguridad en Lomas de Zamora; éstas no cayeron nada bien el intendente Martín Insaurralde, que manda a sus soldados a blindar las noticias para que los muertos por la inseguridad no lleguen a los grandes medios.
Justo esta maniobra ocurre días después de una marcha al municipio llamada por Lomas Alerta para reclamar seguridad por seis asesinatos en Lomas. El secretario de Seguridad, Héctor Corrado, llamó a Policicchio hace dos meses para ofrecerle el cargo de directora general de Foros Municipales. ¿Sugestivo no? La vecina rechaza el ofrecimiento y queda la relación frágil. Entonces empieza la máquina persecutoria. La idea era sacar del medio a esta persona que con su grupo pone al área de seguridad en canales de televisión, radios, diarios y marchas por los innumerables hechos delictivos que sufre la zona.
Días después de ese llamado, ocurre esta escena en el local comercial de Policicchio, que puede ser almacén, kiosko, perfumería. No tiene baño al público. Todo en regla, todo al día. Caen los buenos muchachos de la Municipalidad. Piden papeleo, buscan, no encuentran nada fuera de lugar. Al jefecito de la banda se le ocurre, entonces, un último recurso: “a ver déjeme ver el baño”. La mujer le explica que no los va a dejar pasar porque el baño forma parte de una casa –el negocio está al frente- y que es propiedad privada. Aunque le muestra el baño ante la insistencia, el inspector decide clausurar el negocio.
Luego de esto, Policicchio decide hacer una denuncia formal en la Justicia por “mal procedimiento de inspectores” contra los tres funcionarios que le clausuraron el negocio. A los días de la clausura, y luego de la denuncia realizada en los medios masivos, la mujer recibe el llamado del secretario de Gobierno local, Martín Choren, de parte del jefe: “Carla, Martín dice que no tuvo nada que ver”, le dijo para despegar a Insaurralde pero no inició sumario ni investigación al respecto, al menos que Policicchio sepa.
El caso de los 50 mil loros verdes
Ya hablamos de Beltrán y los destrozos de las barras en su bar Black and White, un local enorme y bien puesto ubicado en Italia al 500, pleno Las Lomitas. El dueño, arquitecto de profesión, tenía ahí mismo Lomas Hot, en sociedad con el jugador de fútbol Sebastián Blanco.
Lo cierto es que luego de recibir muchas visitas a su local por parte de inspectores municipales, de requerirle papeleo, clausurarlo, hacerle procedimientos, llegó el momento de los destrozos que están filmados. En esa trifulca, Beltrán es golpeado salvajemente, lo mismo que su hijo y varios clientes. Los que rompían todo buscaban “50 mil verdes” o saber quién lo había “mexicaneado”, sindican a un funcionario con nombre de pila “Pedro P” quien sería el que se los llevó. Ese dinero habría sido dado por el dueño del local para que lo dejen “tranquilo” aún, teniendo absolutamente todo en regla.
Hubo denuncia penal por parte de Beltrán; mientras tanto el secretario de Gobierno, Choren, intentaba manejar la situación y despegarse de la misma asegurándole al comerciante que “probablemente eso pasaba por diferencias que tenía con su ex socio Blanco”, el jugador de fútbol.
Mientras tanto, en las áreas de recaudación el grupo Ureta –que maneja las ferias internas y La Salada-, Greco –que tiene a su cargo la dirección de Inspección General, compite con el Secretario de Gobierno, Choren ,que maneja Reba, Eventos Masivos –día y noche- fiscalización, entre otras áreas.
Así las cosas existe una Comisión de Localizaciones que decide qué negocio debe ser o no estar habilitado y el organigrama que el municipio generó para cientos de cargos y puestos políticos con salarios muy altos y con gente que no se sabe para qué está o qué hace. Y que cuando hace algo es sospechado como el movimiento de un grupo mafioso que trabaja, con la aprobación de Insaurralde, desde la más pura legalidad.