Además de los frentes internos que tiene abiertos, el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, enfrenta una queja generalizada de los lomenses: las fotomultas y su afán recaudatorio antes que su utilidad como un instrumento que sirva para educar a los conductores y evitar accidentes.
“Hay que cumplir con la ley”, lanzó el intendente de Lomas de Zamora Martin Insaurralde cuando un periodista le pregunta sobre el fastidio de los lomenses contra las odiadas fotomultas a las que llaman “trampas de recaudación”, considerándolas injustas y de mala fe. Por ejemplo, por estacionar en una avenida se paga hasta 2000 pesos, 1000 pesos más que en la Ciudad. Para colmo, lo hace con cámaras fijas y móviles que no están certificadas por el INTI.
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“Me bajó la presión en Avenida Alsina, me tiré a un costado y estacioné por unos minutos en Temperley sin bajarme del auto”, explica María cuando le preguntamos cuál es el motivo de su reclamo en la Oficina de Tránsito. “Me llegó una fotomulta por $1200, pero yo solamente paré unos minutos y no vi el cordón amarillo. Era blanco”, agrega esta mujer de 33 años y ojos llenos de bronca.
En toda la avenida Alsina-Almirante Brown la pintura amarilla de los cordones puede verse bien en algunas cuadras, pero en otras es un salpicré blanco con gris y un débil amarillo. Así y todo, con apenas detenerse 30 segundos para responder el celular, para entrar al banco, al correo, al PAMI, al Sanatorio Juncal o a la ANSES, aparece sigilosamente la camioneta de la Municipalidad de Lomas y saca su foto letal.
Transito lento
Es un jueves de diciembre en la oficina de Tránsito de Lomas y hay por lo menos 50 personas esperando que alguno de los seis jóvenes que atienden los llame. La pantalla de ingreso no funciona hace meses, no tienen resmas de papel, no reciben biromes.
“Bajé del auto para cargar una bolsa de 25 kilos de comida para el perro y pasó la camioneta para sacarme la foto”, explica una mujer a uno de los empleados. El joven parece entenderla y le da una audiencia con un juez para tener la chance de salvarse del pago, aunque eso no suele pasar. La coerción es simple: si paga hoy el valor es de 614 pesos.
La fotomulta llega a los domicilios a través del correo e indica un importe en concepto de pago voluntario que debe abonarse antes de una fecha determinada. Pero, según lo que explican en Tránsito de Lomas, el pago voluntario es de $614, monto que está explicado en la boleta. Sólo puede verse esa información ingresando en: http://webextra.lomasdezamora.gov.ar/infracciones. Otra picardía: en la fotomulta no figuran los datos de la Dirección de Tránsito, que es donde uno debe hacer el descargo.
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En la página web del Municipio puede leerse lo siguiente: “Está terminantemente prohibido el estacionamiento en avenidas (…) que obstruyan la fluidez de dicha arteria”, pero no se tiene en cuenta que por unos minutos resulta necesario y no se afecta el avance de los automóviles. La misma camioneta que realiza las fotomultas obstaculiza el tránsito porque detiene su marcha en cualquier lugar de las avenidas.
Juan XXIII, Colombres, Alsina (ruta provincial 210, que desde la Universidad Nacional de Lanús hasta Adrogué tiene 50 cuadras. ), Yrigoyen (ruta nacional 205), Rivadavia, Larroque, Amenedo, Meeks, Avenida Eva Perón (ex Pasco) son algunas de las tantas avenidas del distrito de Insaurralde. En una cuenta rápida y mal hecha podemos decir que si la camioneta de las fotomultas logra al menos 10 multas en cada avenida, Insaurralde recauda 100.000 pesos por día sólo de fotomultas.
En la bajada de Camino Negro cuando esa avenida empalma con Juan XXIII -en Colombres- hay una cámara puesta estratégicamente para que el conductor no llegue a frenar porque cuando ve el cartel de reducción de velocidad ya ha cometido, sin darse cuenta, una infracción que le costará poco más de dos mil pesos. Allí, las multas por exceso de velocidad se cuentan de a cientos.
Un periodista le preguntó el viernes a Insaurralde si su política de tránsito es recaudatoria. El intendente puso sus ojos en órbita y le dirigió una mirada furiosa al trabajador de prensa. “Quien afirma eso de mí es porque no conoce a Martín Insaurralde”, dijo, sin explicar demasiado. La mayoría de los conductores de Lomas de Zamora no opinan lo mismo.
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