Macri ya fue: los intendentes del Juntos por el Cambio le sueltan la mano y municipalizan la campaña
La nueva estrategia de los intendentes de Cambiemos en el Conurbano es nada más ni nada menos que municipalizar la campaña y lograr enamorar al vecino para retener los distritos.
Es que de no retener los Municipios, Cambiemos estaría perdiendo 19 de los ganados en 2015. Es por eso que desde Vidal para abajo es “a todo o nada”. La ola de delivery masivo de boletas cortadas, es una de las estrategias claves de cara a octubre.
Es imprescindible despegarse de Macri para no repetir el resultado de las PASO
Con Vidal es otro tema. Si bien la figura de la Gobernadora no bastó, no van a negar el trabajo en conjunto
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En ese sentido, preparan una cumbre con Vidal para esta semana y asumen que tanto ella como sus funcionarios harán bajadas al Conurbano hasta el final de la campaña. En cambio, dan por hecho que a Macri «no se le ocurrirá» pisar sus territorios.
El Grindettismo busca revertir el resultado ya alejado de Macri
Luegodel durísimo revés electoral que sufrió Juntos por el Cambio el domingo pasado y a la luz de los números que dejaron la elección local, el Intendente y sus seguidores confían en poder revertir la tendencia en el distrito. Decididos a tomar distancia de Mauricio Macri en el orden nacional, e inclusive de María Eugenia Vidal en el provincial, apuestan al corte de boleta y a poner decididamente en valor la gestión comunal ante los vecinos.
La apuesta total es a nivel local. Es un desafío, sobre todo la decisión de despegarse del resto de la boleta nacional y provincial, pero es la única chance que queda para retener el municipio y mantener en alto una bandera “amarilla” en el Conurbano.
El número clave es 38 mil. Esa fue la diferencia de votos que la lista del Frente de Todos le sacó a Juntos por el Cambio en el ámbito local.
La intención es mostrar la gestión local y, sobre todo, compararla con la anterior del justicialista Darío Díaz Pérez.
Martiniano Molina busca resistir en Quilmes ante el peronismo unido
«Como en el 2015 y también como en estas últimos cuatro años, hoy nos encontramos desde temprano trabajando. Quiero agradecer a todos los quilmeños y quilmeñas que nos acompañaron con su voto. Pero también agradecer a los que nos marcaron el camino de eso que tenemos que mejorar. Vamos juntos a creer en Quilmes». Así se expresó Martiniano Molina que busca lograr al igual que en 2015 derrotar al peronismo.
Con casi la totalidad de las mesas escrutadas en Quilmes, Juntos por el Cambio obtuvo el 30,77 por ciento (104.654 votos), muy por debajo del 51,68 por ciento (175.769 ) del Frente de Todos. Pese a la abultada diferencia entre ambos espacios, el jefe Comunal se dejó ver confiado en poder revertir ese resultado.
El plan es el mismo, la municipalización de la campaña.
Molina deberá evitar que el retroceso del macrismo haga espejo en el distrito. Tiene un antecedente a favor: en 2015, las cuatro listas del Frente para la Victoria sumaron en las PASO el 41,68% de los votos contra el 28,78% de las dos de Cambiemos. Dos meses después, en las generales, Molina ganó con el 44,09% contra el 32,62% del entonces intendente Francisco Gutiérrez. Pero ahora la diferencia a revertir es mayor. Y el contexto, distinto.
¿Fin de Cambiemos?
Otro disparador es que los intendentes ya hablan del estallido de Cambiemos y de la posición de debilidad en la que quedarían frente a un gobierno peronista, por eso ya admiten que necesitarán tender puentes con Axel Kicillof… pero si, permanecer en sus distritos, por lo que harán hasta lo imposible.