Alberto Fernández logró el apoyo de los radicales y se encamina a las generales
Anoche, en una cena en un histórico club porteño vinculado a la UCR, recibió el apoyo de radicales alfonsinistas. Leandro Santoro (legislador radical porteño y referente de los Irrompibles) fue el encargado de dar comienzo al acto con un fuerte y emotivo discurso, el mismo fue escuchado por Leopoldo Moreau y el reciente gobernador electo de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, entre otros dirigentes del partido centenario.
También encabezaron la cena el candidato a jefe de gobierno porteño Matías Lammens con su compañera de fórmula Gisela Marziotta y el dirigente sindical de La Bancaria Sergio Palazzo.
Alberto Fernández enfoca la campaña de cara a octubre en distritos donde sabe que puede profundizar la diferencia con Mauricio Macri y que le permita obtener una victoria contundente.
«Alfonsín fue un hombre que siempre respondió con políticas a cada desafío. Nunca fue un hipócrita y se plantó a decir con franqueza. Un día explicó a la sociedad rural lo que TENÍA que explicar. Nos quieren hacer creer QUE hay que cuidar cada palabra. Uno solo tiene un compromiso con la gente y con sus ideas, eso me ENSEÑÓ ALFONSÍN»
proclamó el candidato presidencial del Frente de Todos en su discurso.
Alfonsín era un tipo enorme y quería salvar al radicalismo como un militante», recordó entre aplausos el exjefe de Gabinete de Néstor Kirchner. Fernández felicitó a Santoro por «decir muy bien lo que vamos a hacer» en un eventual gobierno del Frente de Todos.
El radical citó el «contrato social» que mencionó Cristina Fernández de Kirchner en la presentación de su libro Sinceramente en Misiones. En esa línea, argumentó: «La batalla contra el neoliberalismo es la batalla por construir un nuevo consenso social. Tiene un componente ético nuestra pelea».
«Tenemos que construir una democracia participativa hay que construir una ética de la solidaridad. Cuando Cristina habla de construir un nuevo contrato social habla de esto. Es la perspectiva del que tiene menos, porque respetamos la dignidad de la vida, tenemos que hacer algo por el otro. No hablamos de reforma constitucional, vamos a luchar contra las injusticias. Vamos a garantizar la educación pública», aseguró.
A su vez, Santoro apuntó contra la oposición al manifestar que «se queden tranquilos porque nadie les va a filtrar conversaciones privadas». Además, agregó que «comer no va a ser un privilegio con el gobierno de Alberto» y que «se va a gobernar para el interés común, se acabó el privilegio corporativo. Las decisiones se van a tomar en la Casa Rosada y no en Washington».
Lammens celebró el apoyo del radicalismo como una «muestra de la unión de la familia progresista» y propuso continuar el desafío para captar los votos de los porteños que no votaron a su espacio.
Para cerrar una noche llena de alusiones al primer presidente desde la vuelta a la democracia en 1983, Fernández utilizó una de sus más históricas frases: «El mejor homenaje que le podemos dar a Alfonsín, cuando nuestro mandato termine, es demostrarle a los argentinos que con la democracia se comía, se vivía y se educaba».