Alberto Fernández sobre el 17A: «No nos van a doblegar; los que gritan no suelen tener razón»
l presidente Alberto Fernández ratificó el rumbo de su gestión tras el masivo banderazo del 17A contra la política de aislamiento de la cuarentena y contra la reforma judicial, entre otras consignas.
«No nos van a doblegar, los que gritan suelen no tener razón», advirtió Fernández, durante un acto en la quinta de Olivos.
El jefe del Estado pidió «dejar las mentiras a los que gritan». Y remarcó: «Sabemos a qué vinimos».
Para el entorno del Presidente, las protestas que se vivieron el lunes en distintos puntos del país incluyeron demandas «desarticuladas» y «poco consistentes».
Además, Fernández defendió su gestión «inteligente» de la pandemia del coronavirus. «Fuimos capaces de enfrentar la enfermedad con inteligencia», apuntó.
«Llegó el momento de dejar de lado las falsas disputas, las falsas palabras y recordar qué nos tocó y cómo fuimos capaces de salir del pozo», sostuvo.
«Enfrentamos al peor de los monstruos, que es la enfermedad y fuimos capaces de hacerlo con inteligencia», continuó. «Y si hoy en estas cinco provincias estamos inaugurando obras es porque con inteligencia enfrentamos la pandemia», apuntó el Presidente.
Y buscó refutar las críticas por el impacto de la extensa cuarentena en la economía. «Nos decían que la economía se caía, pero la actividad industrial hoy es más alta que la del 19 de marzo», señaló. «Fuimos capaces de recuperarnos», resaltó.
Masivo banderazo
En un masivo banderazo contra el Gobierno, que tuvo su epicentro en una concentración en el Obelisco, pero que atravesó todas las provincias, cientos de manifestantes protestaron el lunes contra la gestión de Fernández.
La movilización, que se convirtió en la mayor que enfrenta Fernández desde su llegada a la presidencia, se replicó en decenas de ciudades de todo el país e incluso fue intensa en diferentes puntos del conurbano bonaerense.
Córdoba, Mendoza, Rosario y Mar del Plata fueron algunas de las principales ciudades del interior donde se reprodujeron las protestas. Pero los manifestantes se congregaron también frente a la residencia presidencial de Olivos y la casa de la vicepresidenta Cristina Kirchner, en el barrio de Recoleta.