En la república Argentina se utilizan diferentes métodos o procesas sobre como curar un mate y ninguno es mejor que otro, simplemente están relacionados con la tradición, la cultura, la comodidad y lo que se pueda conseguir para realizar este procedimiento que es muy sencillo y necesario para lograr el rendimiento del recipiente y que dure mucho tiempo en buen estado.
Además, una vez curado el mate, quedan mucho más ricos.
¿Qué es curar un mate?
Se llama «curar» al proceso o método por el que se prepara cualquier tipo de recipiente (en este caso nos referimos al mate, ya sea de calabaza o de madera) para que pueda comenzar a utilizarse correctamente. El curado del mate permite sellar los poros del material orgánico del recipiente y, en el caso de los mates de madera o de calabaza, evitar que el recipiente perjudique el buen sabor de la infusión.
¿Qué tipo de mates se deben curar?
A la hora querer curar un mate, tenemos que tener en cuenta que solamente los de materiales orgánicos, como la calabaza, la madera o los de cuernos y pezuñas de animales. Como después de usarlos, tardan en secarse, se corre el riesgo de que se genere moho (pequeños hongos verdes que parecen una pelusa) en su interior. El curado ayuda a que se sequen más rápido y así evitar los hongos. Los de metal (usados para tereré o mate frío) y los más modernos, de vidrio, de cerámica, de silicona o de plástico, no necesitan curarse porque los materiales con los que están hechos no son porosos.
¿Qué métodos existen para curar un mate y cómo saber cuál realizar?
Los métodos para curar un mate varían según las costumbres pero también según el tipo de mate que se tiene (el recipiente) y el que se va a tomar habitualmente. Si el recipiente se va a destinar a cebar mate amargo, necesitará un método, y si se va a destinar a mate dulce (endulzado con azúcar o edulcorantes) se elegirá otro procedimiento. Otras variantes tienen en cuenta si el cuenco es de calabaza o de madera. Por ejemplo el de palo santo, una madera verde, perfumada, es muy difícil de curar porque es un material que al entrar en contacto con el calor tiende a ajarse. Veamos los distintos métodos.
Como curar un mate de madera
Una de las maneras más populares es untar el mate de madera con una capa de aceite o manteca, para sellar sus poros y alargar su vida. Otra técnica para curarlo es lavarlo y llenarlo con yerba húmeda (usada de la última cebada de un mate viejo) e ir mojándolo constantemente con agua tibia, sin permitir que se seque en ningún momento. Este proceso se lleva a cabo durante 24 horas, o incluso se puede cambiar la yerba y repetir la operación durante varios días.
Como curar un mate de calabaza
Se trata de uno de los recipientes más comunes. Para curarlo, hay que llenar la calabaza con yerba húmeda usada y volcarle agua hervida. Se deja reposar por doce horas y luego hay que cambiar la yerba, despegando el hollejo de la calabaza con una cucharita.
Este proceso debe repetirse tres o cuatro veces.
Cómo curar un porongo para mate dulce.
Se trata de un recipiente de calabaza denominado «pera» o «poro», por su forma parecida al fruto de la pera. Para curarlo hay que colocar tres cucharaditas de azúcar impalpable dentro del recipiente y agregar un brasa encendida. Después se coloca yerba usada cubierta de agua hervida. El proceso de yerba usada y agua hervida se repite cinco veces más. Finalmente, se termina de curar el mate cebándolo.