Hoy será un día clave para Loma Negra y la industria de la construcción. El sábado, la empresa apagó los dos hornos de su planta L’Amalí, de Olavarría, por un conflicto gremial en uno de sus proveedores. Si bien prevé entregas normales para este miércoles, cortará clavos. La cuenta regresiva ya empezó a correr: de no poder reactivar su fábrica en las próximas horas, se verá forzada a interrumpir los despachos al canal mayorista en no más de una semana.
Como consecuencia de la recuperación pospandemia de la industria de la construcción, la producción de cemento subió 28% interanual en noviembre y mejoró 4,3% contra octubre, lo que marcó el tercer mes consecutivo de crecimiento y el mayor desempeño para el sector desde noviembre de 2017, informó la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP) esta semana. Las ventas, 1,13 millón de toneladas (96% para el mercado interno), crecieron en 19 de las 24 provincias del país, agregó la entidad.
Loma Negra es la primera empresa cementera argentina, con aproximadamente el 45% de las ventas totales del país, recordó la compañía, perteneciente al grupo brasileño Camargo Correa. La interrupción de sus entregas, advirtió, «impactará en la economía del país, que se venía recuperando tras la pandemia».
«El inminente desabastecimiento impactará en estas obras como, por ejemplo, en la ampliación del Aeroparque metropolitano de Buenos Aires», alertó.
Loma Negra apagó los hornos de L’Amalí, planta en la que ejecuta una inversión de u$s 350 millones, el mayor desembolso privado en la provincia de Buenos Aires, por un conflicto entre AOMA, el sindicato de los trabajadores mineros, y Minerar, empresa que la abastece de la piedra necesaria para la producción de cemento. La puja entre el gremio y la proveedora de Loma Negra se remonta a los últimos días de octubre e incluyó una conciliación obligatoria que dictó el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Loma Negra, informó la propia cementera, participó de varias reuniones con AOMA y las autoridades laborales, para encontrar una solución al conflicto. El jueves de la semana pasada, Trabajo dictó una nueva conciliación obligatoria pero el gremio no la acató. Por la falta de producción que resultó de esta disputa, Loma Negra debió para los hornos el sábado. El siguiente paso será frenar los despachos de cemento. Esto último se producirá, precisamente, pocos días después de que el Gobierno nacional anunciara medidas para monitorear el abastecimiento de materiales de la construcción, de forma tal de asegurar el flujo, tanto para las obras públicas como para las privadas.
En 2019, las ventas de Loma Negra retrocedieron 5,5%, a $ 38.952 millones. Por efecto financiero, ganó $ 3,84 millones, 39% más que en 2018. En nueve meses de 2020, su facturación se retrajo 23%, a $ 25.474,8 millones. Su ganancia neta fue de $ 7567,22 millones, contra $ 3568,75 millones al 30 de septiembre del año pasado. En agosto, la empresa vendió el 50% que tenía en la paraguaya Yguazú Cementos, en más de $ 4000 millones.