En una jornada electoral atravesada por la pandemia y con un altísimo nivel de fragmentación, el docente de izquierda, Pedro Castillo, del partido Perú Libre logra el 16,02 por ciento de los votos, según el conteo oficial.
De esta forma, tras un crecimiento exponencial en la encuestas en el último mes, Castillo se mete en la segunda vuelta del 6 de junio pero aún no se definió el contrincante, ya que, Hernando de Soto, Rafael López Aliaga y Keiko Fujimori se ubican detrás con 13,7, 13,04 y 12,7 respectivamente.
Pedro Castillo encabezó varias huelgas docentes en 2017 y representa una opción de izquierda que en el Perú es considerada «radical». Según detalló el diario El Comercio de Perú, el plan de gobierno de Castillo plantea indultar a Antauro Humala (militar y hermano del ex presidente Ollanta Humala que se encuentra preso desde 2005 por impulsar un levantamiento armado contra el entonces presidente Alejandro Toledo), un «Estado socialista» e «interventor», una «ley que regula los medios de comunicación», retirar a jueces, desactivar el Tribunal Constitucional, estatizar «sectores estratégicos», salir del Grupo de Lima, promover una Asamblea Constituyente para una nueva Carta Magna, entre otras medidas.
«Nosotros siendo gobierno, inmediatamente bajaremos el sueldo de los ministros y los congresistas a la mitad. Recuperaremos la economía del país rescatándolo de esta gran corrupción. El sueldo vitalicio de los expresidentes tiene que ser anulado de inmediato, así como quitarle también la inmunidad parlamentaria a los corruptos […] Sacaremos a los jueces que hoy agreden al país, agreden a las organizaciones», dijo Castillo en alguna de sus recientes intervenciones.
La crisis en Perú se expresa en la fragmentación de sus sistema político y la apatía de la sociedad con sus dirigentes. El próximo presidente tendrá que lidiar con eso, además de una pandemia que ha golpeado con mucha fuerza y un Congreso sin mayorías propias y con la presencia de 11 partidos políticos.
Los antecedentes recientes indican que los presidentes que no cuentan con mayoría no tiene poder de juego y terminan siendo sometidos a procesos de destitución y obligados a renunciar.