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Liberaron a Pérez Corradi luego de que Estados Unidos desistiera de extraditarlo

La medida la dispuso la jueza Sandra Arroyo Salgado.

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El empresario Ibar Pérez Corradi, condenado en diversas causas por comercialización de efedrina y lavado de activos, fue liberado luego de que la Justicia de Estados Unidos desistiera de extraditarlo a ese país para juzgarlo por tráfico de drogas.

La liberación de Pérez Corradi, quien se encontraba detenido en el Penal Federal de Marcos Paz, se produjo en la noche de este martes y fue otorgada por la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado.

Estados Unidos reclamó durante trece años la extradición del empresario, pero los detectives argentinos no lo entregaron porque primero debían investigar si había tenido algo que ver con el triple crimen de General Rodríguez. La jueza federal María Servini, a cargo del caso desde 2016, le dictó en abril de este año la falta de mérito. Desde entonces, solo pesaba la prisión preventiva para extraditarlo. Ahora, cuando su entrega estaba habilitada, la fiscalía de Maine informó que ya no tenía interés en acusarlo por la vieja causa de tráfico de oxicodona.

Sobre la cabeza de Pérez Corradi, entonces, ya no existen órdenes de prisión preventiva.

El Tribunal Oral Federal (TOF) 8 porteño le concedió el 23 de abril «la excarcelación en los términos de libertad condicional» al cumplir los dos tercios de los 7 años de prisión impuestos en 2018 en el expediente 17512/2008, que no era otro que la investigación por la ruta de la efedrina, en el que, como Imputado colaborador, no solo confesó haber traficado 13 mil kilos de efedrina para narcos mexicanos sino que los señaló con nombre y apellido o alias para que la jueza Servini pudiera atraparlos o pedir sus capturas internacionales. Este tribunal, a cargo de la ejecución de la pena, será el que materializará la excarcelación.

Pérez Corradi seguirá bajo el Programa Nacional de Protección a Imputados y Testigos. El confeso narcotraficante recibió una segunda sentencia de 2 años y 5 meses de cárcel por intentar traficar 50 kilos de efedrina como si fuera pólvora a través de Internet y una tercera de 2 años y 4 meses por lavado de activos de la mafia de los medicamentos.

El empresario cumplió el 19 de junio cinco años bajo prisión preventiva. En ese tiempo, los tribunales porteños en lo Penal Económico (TOPE) 2 y en lo Criminal Federal (TOCF) 5 le dieron por cumplidas las penas de la segunda y tercera sentencia.

Pero, según sus abogados Carlos Broitman Juan José Ribelli, Pérez Corradi llevó mucho más tiempo en prisión preventiva para ser extraditado a Estados Unidos: desde el 22 de octubre de 2008 hasta el 18 de octubre de 2011, cuando la jueza Arroyo Salgado ordenó el cese de la prisión preventiva al cumplirse tres años en esa situación, «vencimiento del término máximo de tiempo por la que la legislación vigente autorizaba a mantener el estado de prisión preventiva», y desde el 19 de junio de 2016 en adelante.

Siempre según los letrados, la investigación en contra de su cliente en Estados Unidos serviría como prueba para demostrar que no tuvo relación con el triple crimen: las autoridades de la DEA le informaron el 4 de junio de 2007 a sus pares de la Policía Federal (PFA) que el 20 de abril sus agentes en Portland, Maine, habían arrestado a un vendedor con 1800 pastillas de oxicodona. El detenido entregó a su proveedor y éste señaló a su contacto en la Argentina, un tal Roberto, que no era otro que Pérez Corradi.

Broitman advirtió que los detectives locales que le pincharon los teléfonos a Pérez Corradi por esas maniobras nunca consiguieron, en esas conversaciones, información que lo comprometiera con las ejecuciones de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina.

Al dictarle la falta de mérito a Pérez Corradi, la jueza Servini estableció otra teoría: el mexicano Rodrigo Pozas Iturbe, jefe de la célula para la que trabajaba Bina, sintió la triple traición de Forza, Ferrón y Bina por querer cambiar el precio del kilo de pesos a dólares durante la reunión del 25 de julio de 2008 en Pilar, el envío del 29 de julio por parte de Bina de 60,25 kilos de efedrina rebajados en un 33% con azúcar a sus espaldas y hasta pretender hacer negocios en agosto con otra célula, la del mexicano Juan Jesús Martínez Espinoza, rival a la suya.

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