Con Alberto Fernández a la cabeza, el Frente de Todos buscará mostrar unidad este miércoles en un homenaje a Néstor Kirchner concebido para dar un fuerte mensaje de revisión de las condiciones de pago de la deuda.
Se trata de un acto convocado para las 17 en Club Deportivo Morón, donde el Presidente será el único orador. La consigna es toda una declaración de principios: “Primero se crece, después se paga”.
Con ese slogan, el kirchnerismo duro -asentado en La Cámpora y otras organizaciones afines- busca presionar en el frente interno para que el Gobierno no haga concesiones al FMI en la negociación.
La asistencia de Alberto Fernández parece dar cuenta de cierto consenso en el Frente de Todos en torno al pago de la deuda, una postura que también quedó reflejada en las últimas declaraciones del ministro de Economía, Martín Guzmán, que tiene a su cargo la negociación con el organismo internacional.
El calendario resultó inmejorable para el kirchnerismo: la actividad está convocada por el 11° aniversario de la muerte de Kirchner, el 27 de octubre de 2010, y también servirá para conmemorar los dos años de la victoria electoral de la fórmula Fernández-Fernández, cuando nadie podía imaginar un mundo que se codeara con la distópica pandemia.
Se presume que Alberto, que fue operador de Kirchner desde el Grupo Calafate y jefe de Gabinete del matrimonio presidencial (2003-2008), hará una fuerte reivindicación de la gestión del santacruceño y del pago al FMI que el entonces mandatario liquidó en 2006, después de que la economía argentina se estabilizara a fuerza de superávits y boom de la soja. Primero se crece, después se paga.
El acto también tendrá réplicas en distintos puntos del país, donde el kirchnerismo se congregará en plazas y parques para conmemorar la figura de Kirchner bajo la consigna “Imitemos el Ejemplo”, un parche que el propio Máximo Kirchner viene batiendo en sus distintas incursiones de campaña en el conurbano bonaerense.
Desde el acto en Plaza de Mayo donde Hebe de Bonafini y un puñado de dirigentes sociales pidieron “no pagar la deuda” quedó más que claro que el tema es una divisoria de aguas en el kirchnerismo: está el ala “moderada”, donde se mueven Guzmán y el albertismo, y la línea «rupturista» que exige no ceder a las condiciones del FMI, sobre todo porque se trata de un compromiso leonino heredado del gobierno de Mauricio Macri.
A Hebe de Bonafini se sumaron en esa oportunidad Amado Boudou, los sindicalistas Roberto Baradel (Suteba) y Daniel Catalano (ATE) y el intendente de Ensenada, Mario Secco, del Frente Grande, entre otros voceros. Una seguidilla de discursos que empañó la convocatoria y generó interrogantes para el acto de Morón de este miércoles.