El papa Francisco renovó este miércoles su apoyo a la comunidad homosexual y pidió que los padres que tienen hijos «con orientaciones sexuales diversas» no caigan en un «comportamiento condenatorio».
«Padres que ven orientaciones sexuales diversas en los hijos; cómo gestionar esto y acompañarlos, no esconderse en un comportamiento condenatorio», ejemplificó el pontífice durante su catequesis semanal desde el Aula Pablo VI del Vaticano.
Francisco continuó hablando de los padres que pierden a sus hijos por enfermedad o por accidentes de tráfico, o los que ven que sus hijos no van a la escuela.
“Tantos problemas de los padres, pensamos cómo ayudarlos. A ellos les digo: no tengan miedo. Hay tanto dolor, pero piensa en el Señor y en cómo José resolvió los problemas. Nunca condenes a un hijo”, agregó.
Y recordó cuando en Buenos Aires veía las colas frente a las cárceles y “allí estaban las madres, esas madres que ante el problema de un hijo que ha cometido un error, ponían su cara, no se escondieron y lo acompañaron, siempre. Qué valor”.
El Papa Francisco sobre la homosexualidad
En el último tiempo, el pontífice condenó el rechazo a los hijos homosexuales en las familias. No obstante, un año antes que Argentina aprobara el matrimonio igualitario, en 2011, el entonces arzobispo de Buenos Aires tildó la medida como «una movida del diablo».
Sin embargo, ya en 2018, Francisco calificó como «una falta de paternidad» el hecho de «ignorar al hijo o la hija con tendencias homosexuales». «Es mi hijo o mi hija como eres», agregó en esa ocasión.
En septiembre de 2021, al regreso de un viaje por Budapest y Eslovaquia, el Papa había ratificado su apoyo a las uniones civiles en general y en particular entre las personas del mismo sexo.
Luego, en marzo de ese mismo año, con un mensaje en el que pidió a los sacerdotes la «valentía de escuchar la realidad» y en el que sostuvo que la «teología moral no puede reflexionar sólo sobre la formulación de principios», Jorge Bergoglio tomó distancia de un documento vaticano que había establecido que la Iglesia no puede bendecir uniones de personas del mismo sexo.