La discusión sobre tarifas y subsidios ya se acomodó como uno de los temas centrales que orbitarán el acuerdo entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional.
El ministro de Economía Martín Guzmán insistió tras el anuncio del entendimiento técnico que no habrá cambios en la hoja de ruta que se planteó el Poder Ejecutivo para este año en la política tarifaria, pero algunos análisis privados dan cuenta de que para estabilizar el gasto público en subvenciones sería necesario un incremento en las boletas superior al 20% que estipuló en un principio la Casa Rosada.
La política de tarifas fue un elemento muy delicado en la difícil convivencia de las distintas alineaciones del Frente de Todos y generó cortocircuitos desde el principio del mandato de Alberto Fernández. Hubo momentos de evidente fractura en la coalición cuando en la mesa de discusión hubo en primer plano alguna cuestión ligada a los subsidios.
El ministro de Economía Martín Guzmán insistió tras el anuncio del entendimiento técnico que no habrá cambios en la hoja de ruta que se planteó el Poder Ejecutivo para este año en la política tarifaria
En abril del año pasado tuvo lugar el intento de despido del subsecretario de Energía Federico Basualdo, un funcionario con terminal política en el Instituto Patria de Cristina Kirchner. En el Ministerio de Economía alegaron razones de “incompetencia” para llevar adelante un proceso de segmentación que ya en ese entonces estaba prometido y que en la actualidad todavía no comenzó formalmente. Basualdo retuvo su puesto en el gabinete y la discusión interna en el Frente de Todos sobre la política tarifaria fue más o menos pública desde ese momento.
El acuerdo técnico preliminar anunciado el viernes pasado con el FMI incorporó a la cuestión tarifaria, pero aún no se conocen detalles sobre qué sendero habrá -si es que finalmente la letra chica incluye alguno- de reducción paulatina del peso de los subsidios en el presupuesto público.