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Kulfas le dio un ultimátum a las empresas para retrotraer precios

El Gobierno detectó subas "excesivas" en varios productos, por eso reclama que haya vuelta atrás. Las empresas nucleadas en la Copal se desentienden del problema. En este contexto, el Gobierno podría utilizar la ley de abastecimiento.

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El Gobierno nacional mantuvo una reunión tensa –aunque constructiva según la definición oficial – con los integrantes de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y de la asociación de supermercados y comercios mayoristas. El Poder Ejecutivo busca que se retrotraigan los precios de algunos productos y azuza con la aplicar la ley de abastecimiento. El problema, sostienen fuentes oficiales, es que los empresarios se quitan de encima la responsabilidad por los incrementos “excesivos” de precios.

“Son muchos los rubros donde encontramos subas del 10%, 15% o 20%. Queremos discutir sector por sector para analizar caso por caso. Les damos 24 horas y esto es una exigencia de que seamos responsables. No podemos estar jugando con la alimentación de la gente en este momento”, sostuvo Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo durante una conferencia de prensa.

Las partes volverán a dialogar hoy para definir cuáles serán los productos que deberán retrotraer precios a los primeros días del mes.  “Así como se dice que la patria es el otro acá parece que el remarcador es el otro. En más de una ocasión nos ha tocado tener que aplicar Ley de Abastecimiento y lo volveremos a hacer si fuera necesario”, agregó Kulfas.

Según un relevamiento de Comercio interior, un mismo producto que en un supermercado cuesta 90 pesos (la leche, por ejemplo) en un pequeño comercio se vende a 120 pesos. Esa diferencia sería – según el diagnóstico oficial – un sobreprecio que llega directo de los proveedores.

La puja por los precios en las góndolas continuará en los próximos días también, cuando Roberto Feletti, secretario de Comercio interior, anuncie una canasta de productos para comercio de proximidad, tal como adelantó BAE Negocios.

Fideicomiso triguero

Por otro lado, Kulfas confirmó la puesta en funcionamiento del fideicomiso triguero, que se financiará con la quita del diferencial de retenciones a la harina y aceite de soja. “No hacer nada es convalidar que subas en los valores del trigo se trasladen al precio de los productos claves en la mesa de los argentinos (y argentinas). Si no hay medidas de acción, de compensación, el trigo más caro significa de inmediato pan más caro, harinas más caras, fideos más caros y todos los productos que componen la mesa de los argentinos”, explicó el titular de Desarrollo Productivo.

El objetivo será congelar el precio del trigo para la molinería a los valores de febrero, es decir en torno a los 25.000 pesos la tonelada y no los actuales 35.000. Lo que todavía sería una incógnita es si se retrotraerán los precios en góndola, donde la harina 000 registró una suba del 20 por ciento en los primeros quince días de marzo.

Kulfas, a su vez, adelantó que habrá una línea de crédito para que la molinería pueda adelantar compras. Serán 8000 millones de dólares a tasa subsidiada.

“En conjunto con Julián Domínguez (ministro de Agricultura) le estamos pidiendo a los productores de trigo que incrementen la siembra”, agregó el ministro de Desarrollo Productivo. Entre las medidas contempladas en la guerra contra la inflación, se había decidido abrir los registros de exportación de la cosecha 2022 – 2023 de trigo por un total de 8 millones de toneladas.

Con esta jugada, los exportadores le aseguraban al Gobierno un ingreso inmediato de 700 millones de dólares en concento de adelanto de retenciones para fondear el fideicomiso del aceite. Sin embargo, Gustavo Idígoras, titular de la Cámara de empresarios exportadores, sostuvo ante una consulta de BAE Negocios que esa medida “estaba en stand by”, aunque desde Agricultura enfatizaron que la decisión, aun no oficializada, seguía en pie.

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