Tras una larga semana de zozobras económicas y cambiarias y en medio de un operativo clamor de la Liga de Gobernadores y de diferentes sectores del Frente de Todos, para que se sume al Gobierno nacional, el Presidente Alberto Fernández finalmente anunció esta tarde el desembarco en el Gabinete del ahora ex titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
A través de un comunicado oficial, Presidencia dio cuenta que el Jefe de Estado «decidió reorganizar las áreas económicas de su gabinete para un mejor funcionamiento, coordinación y gestión.
En ese sentido, se unificarán los ministerios de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca, incluyendo además las relaciones con los organismos internacionales, bilaterales y multilaterales de crédito.
El nuevo ministerio estará a cargo de Massa, actual presidente de la Cámara de Diputados, a partir de que se resuelva su alejamiento de su banca.
Con el dólar blue por las nubes, aunque inestable en estos últimos días; la creación de nuevas erramientas para que los productores rurales liquiden sus divisas, y tras la suba de los plazos fijos para que peguen 81,3% efectivo anual, Sergio Massa se hará cargo en las próximas horas del nuevo ministerio, al tiempo que pondrá “delegados” en el Banco Central.
Además, se fusionará el ministerio de Transporte con el Infraestructura, quedando al mando de Gabriel Katopodis.
Anuncios de recambios precipitaron renuncias en el Gobierno
Durante la jornada de hoy y tras ajetreadas reuniones del Presidente, que incluyeron encuentros con el propio Massa, y los hasta ahora ministros Sivina Batakis (Economía) -tras su regreso de Estados Unidos- y con Daniel Scioli (Desarrollo Productivo), entre otros, comenzaron a apurar los anuncios que fueron dados a conocer esta tarde.
La decisión del mandatario, por otro lado, precipitó la renuncia de Gustavo Béliz, uno de los hombres más cercanos al jefe de Estado, quién se encontraba al frente del Consejo Económico y Social y de la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, quién pasará a ocupar el cargo que deja vacante Béliz.
En tanto que el contador Carlos Castagneto, actual Director General de Recursos de Seguridad Social de la AFIP, quedará a cargo del organismo.
En relación a Batakis, está puso a disposición su dimisión, aunque el mandatario le pidió que continúe en el Gobierno y tras reconocerle y agradecerle «el compromiso que demostró al sumarse al Gabinete», la designó como presidenta del Banco Nación.
Por su parte, y por pedido expreso del jefe de Estado, Daniel Scioli dejará la cartera de Desarrollo Productivo y regresará a la embajada argentina en Brasil «donde realizó un excelente trabajo».
En un comunicado oficial, se indicó que «el presidente le agradece profundamente haber estado presente en el gabinete cuando fue convocado».
Fernández también le aceptó la renuncia al hasta ahora Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, tras los agradecimientos de rigor.
Reconto de la llegada de Massa al Gobierno
La llegada al Gobierno de Massa, el principal referente del Frente Renovador, se dio en un contexto de múltiples conversaciones entre este, el presidente Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, las tres principales patas del Frente de Todos, y luego de versiones cruzadas que desde hace semanas venían circulando en inmediaciones del oficialismo, las que eran desmentidas una y otra vez.
Para el caso, vale recordar que a principios de junio, el Presidente sumó a Massa al viaje que emprendió a la Cumbre de las Américas que sesionó en la ciudad de los Ángeles, y dos semanas más tarde, lo volvió a subir al avión rumbo a la cumbre del G7 que tuvo lugar en Alemania y a la que Argentina asistió como invitada.
En ambas ocasiones se especuló que para sumarse al Gabinete, Massa le ponía como condición el encabezar un superministerio que concentrara el manejo económico y político del Gobierno.
La renuncia el 2 de julio pasado del por entonces titular de la cartera de Hacienda, Martín Guzmán, y la posterior designación de Batakis en su reemplazo, si bien sirvieron para ratificar las políticas económicas fijadas por el Presidente, no lograron calmar al frente interno, ni de conformar a los mercados, lo que derivó en una situación de inestabilidad económica y cambiaria que se extendió a lo largo de dos semanas.
Las dilaciones de Alberto Fernández a la hora de definir los nuevos cambios en el Gabinete y el nuevo rumbo que le imprimiría al Gobierno en lo que significaría un virtual relanzamiento de su gestión, pusieron los pelos de punta en las principales espadas de la alianza de Gobierno.
Ayer y tras reunirse en la sede del Consejo Federal de Inversiones (CFI), la Liga de Gobernadores fue convocada de urgencia por el Presidente a una reunión en Casa Rosada, donde los mandatarios provinciales le compartieron su visión sobre la coyuntura económica y el presidente les transmitió que estaba «tomando las medidas pertinentes».