En sintonía con la admisión de Fernando Gago como nuevo preparador de Boca, llegaron los cambios y las normas estrictas. Así como el martes apareció la báscula (método riguroso para concretar si el ludópata está en condiciones de brincar o no), este miércoles el DT probó un novedoso sistema en el entrenamiento: dividió la actos en dos, defensores por un banda, mediocampistas y delanteros por el otro.
Tras el igualada 1-1 delante Riestra, en el comienzo de Gago en la Confitera, los hinchas se mostraron disconformes no sólo con el resultado, sino incluso con el presente del equipo. Los cuatro puntos en las últimas seis fechas, que dejaron al Xeneize en el puesto 16 de la tabla, reflejan la discrepancia de la gentío con el rendimiento. Por eso, Pintita rápidamente tomó cartas en el asunto, con el propósito de mejorar el funcionamiento de cara a los próximos compromisos.
Este miércoles por la mañana, Gago partió la actos en dos. Unificó mediocampistas y delanteros, pero separó a los defensores, con quienes trabajó especialmente con una finalidad: recuperar la solidez defensiva a través de ejercicios específicos. En esta búsqueda por restaurar las garantías en defensa, para que puedan enfocarse en las indicaciones de modo más efectiva, encima de realizar los ejercicios en óptimas condiciones, sin distracciones.
Gago trabajó mucho con los defensores sabiendo que acaba de perder una habitación fundamental en la posición. Cristian Encabezamiento sufrió una complicada magulladura, por lo que será pérdida para lo que resta del 2024. En ese sentido, las variantes que tiene a disposición el preparador en la zona se redujeron y, por consecuencia, el panorama en defensa abre una alternativa que se deberá resolver lo antaño posible. Hoy tiene a Anselmino, Rojo y Figal, más Medel que viene trabajando diferenciado.
¿Por qué lo antaño posible? Porque Gago tiene la obligación de enarbolar al equipo y conseguir su primer triunfo pensando en la tabla anual que clasifica a las copas, donde el Xeneize cayó al octavo puesto y está más Aislado de salir de la zona de Sudamericana que se ascender a la de Libertadores. Y para eso, encima de mejorar la efectividad en ataque, es necesario que sus defensores hayan naturalizado las indicaciones y hayan conseguido esa solidez defensiva que tanto anhela.
Mediocampistas y delanteros
Por otro banda, en la actos el DT agrupó volantes y atacantes, todos en un mismo clan de trabajo. A diferencia de los defensores, a quienes separó para realizar actividades específicos y apuntar a mejorar la yerro de contundencia que sufre el equipo. En el igualada delante Riestra quedó reflejada la poca efectividad: Boca remató 23 veces, de las cuales 10 fueron al meta, pero convirtió un solo gol.
Modificar esa estadística es primordial. Gago no sólo investigación difundir una decano cantidad de situaciones de peligro, sino que incluso variar esas situaciones en goles y resultados positivos. En relación a esta búsqueda, ya implementó un nuevo esquema (4-2-3-1) que le permitió al equipo ser más incisivo en ataque. Ahora, yerro mejorar la efectividad.
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