A dos días del doble crimen de Andrés “Pillín” Bracamonte y Daniel “Rana” Attardo, se dieron a conocer los resultados preliminares de las autopsias. En paralelo, trascendió que ningún cementerio quiere encargarse de hundir los restos del director de los barrabravas de Rosario Central adecuado al temor por posibles represalias relacionadas con el narcotráfico, por lo cual todavía hay dudas sobre adónde será trasladado.
Según detallaron fuentes a Noticiero Argentinas, cada una de las víctimas recibió cinco disparos a muy corta distancia. En tanto, fuentes de la investigación precisaron a TyC Sports que al menos tres personas habrían ejecutado el ataque y se escucharon 15 disparos, de los cuales 10 impactaron en los cuerpos de los fallecidos.
«Lo que pasó fue aparentemente un ajuste de cuentas en la interna de la mostrador brava de Rosario Central«, indicaron a Noticiero Argentinas, siendo que «hace unos días habían matado a uno de la lado contraria y en este caso se la ‘tenían jurada'». «Hay mucho poder y mosca en ocio», subrayaron.
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En paralelo, trascendió que hasta ahora ningún cementerio quiere encargarse de hundir a Bracamonte, por lo que su cuerpo continúa en el Instituto Médico Procesal donde le practicaron la necroscopía. Al respecto, ya se consultó a en torno a de 20 de cocherías y salas velatorias para que pudieran tener el difunto de la víctima, pero por un tema de seguridad y temor por posibles represalias, todas se manifestaron en contra.
Sumado a esto, el cementerio El Salvador, sito en Rosario, asimismo fue analizado, pero las autoridades respondieron que siquiera van a permitir que el director de Central sea enterrado en dicho lado para avisar problemas. “No hay velorio y, según parece, siquiera entierro”, informaron desde la renta santafesina a Noticiero Argentinas. “Recién presentaron a Ariel Holan como nuevo director técnico de Rosario Central. Ahora el miedo asimismo está en quién asumirá en la mostrador”, sumaron.
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Por su parte, el fiscal de homicidios, Alejandro Ferlazzo, brindó una conferencia de prensa esta mañana donde señaló que «no hay detenidos», pero que serían «tres los atacantes”. Asimismo, dio detalles sobre cómo avanza la investigación por el doble homicidio: “La mecánica del hecho ya se conoce, Bracamonte y su allegado iban en una camioneta cuando fueron embestidos y atacados. Hubo más de 11 disparos, cada uno recibió cinco tiros”.
“Estamos trabajando con las cámaras de seguridad del lado, las cuales funcionan”, aclaró el fiscal a cargo de la investigación. Acerca de la hipótesis que manejan, destacó que se trataría de los “múltiples conflictos extendiéndose a lo que es la mostrador de Rosario” y que se investigan los otros atentados “muy recientes” que tuvo.
En las últimas horas trascendió el rumor de que el sábado por la tarde, momento en el que transcurría el partido entre Rosario Central y San Lorenzo, ya surgía una alerta por un posible homicidio, poco que terminó ocurriendo. Frente a lo sucedido, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni, confirmó este rumor y aseguró que ahora buscan “anticiparse a posibles repercusiones”.
“No queremos retornar al pasado, vamos a cuidar lo acabado en estos merienda meses para que los rosarinos vivan tranquilos”, remarcó Cococcioni. Asimismo, indicó que la ministra Patricia Bullrich se contactó con las autoridades y “puso a disposición” todas las fuerzas necesarias para evitar nuevos conflictos.
Por su parte, Alejandra Monteoliva, secretaria de Seguridad de la Nación, asimismo participó de la conferencia y explicó: “Estamos trabajando con las fuerzas provinciales y nacionales para la prevención”. Respecto a la situación contemporáneo en la ciudad, la funcionaria destacó que se “mejoraron y ampliaron las zonas de patrullajes”. “Estamos garantizando la situación, reforzando lo que haya que reanimar”, concluyó.
Andrés «Pillín» Bracamonte presagió su homicidio: «Si me matan, la ciudad se incendia»
El director de la barrabrava de Rosario Central, Andrés «Pillín» Bracamonte, había presagiado su homicidio hace algunas semanas, advirtiendo que la ciudad santafesina «se incendiará» por su crimen.
«Si me matan, la ciudad se incendia. Los Menores se quieren subsistir con parte de la ciudad. Cuando me dispararon en el parque Alem, Los Monos me ofrecieron hacer una montería esa misma sombra. Me ofrecieron diez autos con gentío armada para salir a averiguar a los que me habían disparado. Yo los paré porque no quiero retornar a la mazmorra«, había dicho la víctima en una entrevista flamante.
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El salvajismo en el que viven los rosarinos hace primaveras se debe al narcotráfico que se apoderó de la metrópolis santafesina, lado que se convirtió en el epicentro de la querella entre los dos bandos que quieren manejar el negocio en la ciudad y el fútbol no está exento a este conflicto.
Hace casi 30 primaveras que Bracamonte lideraba a «Los Guerreros», la hinchada de Rosario Central. «Yo soy diverso. Vivo adecuadamente, no me drogo, no tomo, no fumo. Tengo todo en blanco. Mi empresa de baños químicos está impecable. Me cuido para existir una buena vida», había descrito el barrabrava de 53 primaveras que aseguraba que «Los Menores», un comunidad de sicarios organizados de Rosario, querían parte del negocio de la zona septentrión de la ciudad.
Lícitamente, Bracamonte se enfrentó en el postrero tiempo con Matías Gazzani, el líder de este comunidad, y del cual aseguró que «está prófugo desde marzo». «Nadie lo encuentra. Se dice que está en Buenos Aires, pero lo vimos varias veces paseando por Rosario en un Mercedes Benz», detalló.
Según el ya exjefe de la barrabrava del Canalla, este comunidad lo quería pasar del manejo de la hinchada hace tiempo y fueron los perpetradores del ataque sufrió en el parque Alem en el postrero clásico frente a Newell’s el pasado agosto, donde tres balas le atravesaron la espalda. «Me intentaron matar 29 veces. Esas son la cantidad de cicatrices que tengo en el cuerpo. Todos son balazos», aseguraba.
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Para referirse al dramático y sangriento presente que vive Rosario, «Pillín» no anduvo con vueltas y afirmó que la ciudad «quedó llena de casta porque son todos unos descerebrados». «Todos se creen Pablo Escobar, y están todos presos o enterrados. Nunca entendieron el negocio y se empezaron a matar por el control de dos cuadras. ¿Cuál es el negocio si terminás en el cementerio o en la mazmorra, que es lo mismo?», cuestionó.
«Durante mucho tiempo nadie puso un freno a esto. Para estar en esto tenés que ser un pesado, pero eso no quiere Narrar que te tengas que convertir en un psicópata. Yo me sigo agarrando a trompadas, pero nunca ordenaría que maten a un pequeño. En Rosario se rompieron códigos que hicieron que todo se vaya a la mierda«, sentenció.
MB/ML
