Las ventas de vehículos eléctricos están en caída en Alemania y estancadas en Francia, oportuno a los cambios en los sistemas de ayudas a la operación, sumado a los aumentos de los costos y a la destacamento china, Esto hace que las empresas en un estado crítico
«Hay mucha incertidumbre en el sector de cara a 2025», había afirmado durante esa muestra el CEO del Agrupación Renault, Luca de Meo, quien señaló que su veterano preocupación es la nueva reglamento europea de emisiones que entra en vigor el año próximo con la amenaza de multas millonarias a los fabricantes que no las cumplan.
Cambio en el panorama político de EEUU
Los analistas estiman que las automotrices europeas tienen grandes chances de estar afectadas por posibles medidas proteccionistas del nuevo presidente, Donald Trump, en medio de una válido reto, al menos por ahora, por el coche eléctrico que ha realizado la Unión Europea.
Los principales grupos industriales del sector como Volkswagen, Stellantis, Mercedes-Benz y BMW enfrentan una presión prolongada sobre su actividad, más la amenaza de fuertes multas si no cumplen los objetivos de descarbonización.
Durante su primer mandato, Trump ya se mostró como un ferviente partidario de la aplicación de aranceles. En ese momento, Asortado sectores -como lavadoras, paneles solares e importaciones de hoja y aluminio– sufrieron las consecuencias de esa política proteccionista.
Durante la última campaña electoral prometió que, esta vez, será más duro y buscará incrementar el empleo en el sector manufacturero con una crematística más cerrada.
Habló de la posibilidad de añadir un impuesto del 10% a todas las importaciones; luego habló de un 20%. Todo lo procedente de China se vería afectado por un impuesto devastador del 60%.
En materia automotriz, Trump ha puesto mucha atención en China, pero incluso ha llamado a la UE una «mini China». “No compran nuestros coches, no compran nuestros productos agrícolas. Venden millones y millones de coches a Estados Unidos” dijo en un discurso de campaña, lo que se consideró como una manifiesto de pleito a las automotrices europeas.
El avance de China en Europa
Por el otro banda, Europa está sufriendo el avance de las marcas chinas y se encuentra en una difícil negociación para aplicar aranceles a sus vehículos.
La competencia automotriz china, que tiene ya un 2,6% del mercado europeo (un 7,4% entre los eléctricos), es audiencia no solo como un peligro, sino como una oportunidad.
“Nuestros rivales chinos producen sus eléctricos por un tercio menos que nosotros y controlan el 80-90 % del mercado de materiales claves», dijo Carlos Tavares, CEO de Stellantis.
La situación es tan delicada que el presidente francés, Emmanuel Macron, se sumó a las peticiones del sector automotor para que la Unión Europea dé «apoyo y estabilidad» en un momento en el que el camino cerca de la electrificación de la movilidad se complica.