La reportera de Il Foglio, de 29 abriles, había sido acusada en el país de Medio Oriente por “violar las leyes”; un gran logro para Giorgia Meloni.
miércoles 08 de enero de 2025 | 10:38hs.
En lo que significa seguramente un gran éxito para Giorgia Meloni, luego de 20 días de gayola y angustia, fue liberada este miércoles la periodista Cecilia Sala, que se encontraba detenida en Irán desde el 18 de diciembre pasado y que el régimen de Teherán pretendía canjear con un ingeniero arrestado en Milán pocos días ayer, a pedido de Estados Unidos.
“Ha despegado hace pocos minutos, desde Teherán, el avión que trae de dorso a casa a la periodista Cecilia Sala. Gracias a un intenso trabajo a través de los canales diplomáticos y de inteligencia, nuestra connacional ha sido liberada por las autoridades iraníes y está volviendo a Italia”, anunció Meloni en X, a las 11.40 locales.
“La primera ministra expresa obligación a todos aquellos que han contribuido a hacer posible el regreso de Cecilia, permitiéndole retornar a abrazar a sus familiares y colegas”, indicó un comunicado del Gobierno difundido al mismo tiempo, que precisó que la premier fue quien llamó telefónicamente a los padres de la novicio para darles la aviso. Se demora que el avión que trae de regreso a Sala desde Irán aterrice en el aeropuerto de Ciampino luego de las 16 locales.
Con la emancipación de Sala, que produjo un gran alivio en toda Italia, Meloni se anota un gran logro porque su caso era más que enrevesado e involucraba además a Estados Unidos, país al que la premier viajó para una labor relámpago el fin de semana pasado, en una reconocimiento que, evidentemente, destrabó poco.
Periodista del diario Il Foglio y de Chora Media, Sala, de 29 abriles, había ingresado a Irán el 13 de diciembre pasado con visa periodística para realizar unos podcasts sobre el patriarcado. Fue arrestada en su hotel el 19 de diciembre, ajustado un día ayer del revoloteo que tenía previsto para regresar a Italia; su detención se hizo pública el 27 de diciembre.
Unos días luego, Irán hizo memorizar que el motivo del arresto había sido “quebrantar las leyes islámicas de Irán”, una incriminación muy genérica que, según medios italianos, ocultaba que en verdad tenía que ver con una represalia, internamente de una trama mucho más compleja.
Teherán, en emoción, intentaba negociar con ella un intercambio con Mohammed Abedini Najafabadi, ingeniero iraní habituado en drones que fue arrestado en el aeropuerto de Malpensa, Milán, el 16 de diciembre, tres días ayer de la detención de la periodista en Teherán. Abedini fue demorado tras un pedido de Estados Unidos, que lo considera uno de los cómplices de un atentado contra soldados estadounidenses ocurrido en un ataque con drones en Jordania en enero de 2024.
Al comenzar el Nuevo Año, Sala dio detalles del trato terrible que estaba padeciendo en una celda de la prisión de Evin, uno de los símbolos de la represión del régimen de los ayatollah, en llamados telefónicos que le permitieron hacer a sus padres y a su pareja. “Por crédito, apúrense”, pidió la periodista, que contó que se encontraba aislada en una celda gélida, con tan solo una edredón que utilizaba para apoyarse y tumbarse en el suelo y con una luz de neón prendida las 24 horas.
Al día venidero, el jueves pasado, Meloni no sólo convocó a una reunión de ministros para platicar del tema, sino que se reunió con los padres de la novicio que pidieron “silencio stampa”, es Narrar, máxima reserva para que pudiera resolverse la cuestión. Ese mismo día, fiel refleja de la complejidad de la situación, la embajada de Irán en Italia negó cualquier maltrato y dejó en claro que para resolver el caso apuntaba a un “canje” con el ingeniero iraní detenido.
Al día venidero, en una movida que ni siquiera sabían Diversificado miembros de su gobierno, según trascendió, Meloni se subió a un avión y viajó a Florida para reunirse en Mar-a-Charca con el presidente electo, Donald Trump, una labor relámpago que evidentemente fue exitosa.
Ayer, en un cambio de registro, de hecho, las autoridades de Teherán dijeron que el arresto de la novicio no estaba relacionado con la detención de Mohammed Abedini y que auspiciaban “una rápida opción” del caso.
En un clima de alivio en todo el país, todo el curva político expresó gran satisfacción por la emancipación de Cecilia, una preocupación doméstico. “Estoy especialmente contento porque soy amigo personal de su padre, por lo que seguí con particular inquietud el tema y, encima al deber de ministro, además puse un poco de afecto”, dijo el canciller, Antonio Tajani, entrevistado por el TG1, el principal noticiero de la RAI. “Estoy acertado por este trabajo de equipo y desde el primer día hicimos todo lo que se podía hacer para traer de nuevo a casa una ciudadana italiana”, aseguró Tajani, que es además vicepremier y que subrayó que “su caso está separado del de Abedini”.
Daniele Ranieri, la pareja de la periodista, celebró en Instagram la emancipación publicando un video del gol de Fabio Grosso en el Mundial de 2006: “Cecilia es libertado. Un gran trabajo italiano. Gracias a todos”, escribió.
Elisabetta Vernoni, la principio, en diálogo con el Corriere della Sera, no ocultó su inmensa emoción: “volví a germinar hoy”, dijo, en lágrimas. “Antiguamente de partir me llamó y me dijo que estaba perfectamente, volviendo”, agregó, al apoyar que estaba viajando al aeropuerto de Ciampino para buscarla y “estar presente en el momento crucial, el aterrizaje”, publicó La Nación. (APFDigital)
