El presidente chileno ahonda sus diferencias con el régimen por el fraude electoral y su Cancillería denuncia “las continuas violaciones de los derechos humanos” en Venezuela.
viernes 10 de enero de 2025 | 10:38hs.
El presidente de Pimiento, Gabriel Boric, ha endurecido su condena al régimen chavista. “Desde la izquierda política les digo que el Gobierno de Nicolás Formado es una dictadura”, dijo este jueves a posteriori de que el equipo de María Corina Machado denunciase la detención de la líder opositora venezolana tras la movilización convocada en Caracas un día antaño de la toma de posesión de Formado. Si adecuadamente fue liberada, poco a posteriori la Cancillería del país sudamericano, que encabeza Alberto van Klaveren, emitió una comunicación pública en la que señala: “Pimiento expresa su más enérgica condena delante la represión y continuas violaciones a los derechos humanos que se están produciendo en Venezuela […] y rechaza y manifiesta su preocupación delante la detención de la que fue objeto la líder opositora […] y exige que se garantice su seguridad, así como la de otros líderes de la concurso democrática”.
La Delegación de Boric ha profundizado sus críticas alrededor de Formado y su régimen desde las elecciones presidenciales de Venezuela del 28 de julio pasado. Han sido casi seis meses marcados por diversas controversias que arrancaron poco a posteriori de los comicios en que Formado, sin mostrar las actas electorales y entre indicios claros de fraude, se dio por campeón frente al contrario Edmundo González. Boric fue el primer líder internacional en pedir transparencia en el conteo de votos, cuando señaló, a través de su cuenta de X: “El régimen de Formado debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el desarraigo, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores internacionales no comprometidos con el gobierno den cuenta de la fiabilidad de los resultados”.
Al día futuro, el lunes 29, el chileno insistió en su postura, cuando dijo desde Emiratos Árabes, donde se encontraba en un delirio oficial, que “elecciones que generan tanta ilusión como ésta [la venezolana], tienen que ser absolutamente transparentes y verificables”. Y añadió: “Todavía no se entregan todas las actas que podrían revisar esa alternativa. Mientras eso no se haga, nosotros como país nos vamos a abstener de hacer un examen a lo que ha señalado el Consejo Doméstico Electoral”.
La posición de Boric tuvo consecuencias inmediatas. El régimen chavista decidió en menos de 24 horas el retiro de todo su personal diplomático en Pimiento, Argentina, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, y además que estos gobiernos de América Latina sacaran de inmediato a sus representantes del región venezolano. La medida implicó la expulsión de Caracas de Jaime Gazmuri, el socialista que el presidente de izquierdas había popular en mayo de 2023, tras cinco abriles sin que Pimiento tuviera un embajador en el país caribeño.
De esos días convulsos, en Pimiento quedó el retentiva de una frase que el embajador venezolano en Santiago, Arévalo Méndez, gritó cuando salía, la perplejidad del 30 de julio, de la sede diplomática ubicada en una casona en el municipio de Providencia, en el sector oriente de la renta, y que fue grabada por el canal 24 Horas: “¡Muera el fascismo!”.
El 22 de agosto, cuando el Tribunal Supremo de Venezuela (TSJ), controlado por el chavismo, convalidó el triunfo de Nicolás Formado, Boric volvió a musitar y dijo que aquella audacia “termina de consolidar el fraude” y que “no hay duda que estamos frente a una dictadura que falsea elecciones” y que “Pimiento no reconoce este falsificado triunfo autoproclamado de Formado y compañía”. El chileno además separó las aguas políticas en la región y señaló que “la dictadura de Venezuela no es la izquierda”.
Pese a los fuertes choques, y a la expulsión de Gazmuri, Pimiento ha mantenido dos posiciones durante estos casi seis meses frente a la crisis de Venezuela. La primera, no romper relaciones con Caracas, pues como explicó en agosto a EL PAÍS el canciller van Klaveren hacerlo “no es parte de esta política” pues “históricamente, durante períodos democráticos, Pimiento nunca ha roto relaciones con algún país”.
La segunda ha sido no indagar a Edmundo González como presidente, aunque el canciller admita que “hay una gran simpatía” por él y que existe contacto con la concurso. “A nosotros no nos corresponde indagar ganadores de elecciones presidenciales en terceros países”, pero, “nos parece que, desde el punto de tino de la política exógeno, es mejor privarse de indagar ganadores de elecciones, sobre todo cuando han sido cuestionadas”, ha reiterado este jueves el canciller a radiodifusión Cooperativa. Igualmente hay otro factótum: el caso de Juan Guaidó. Recordó que “se generó una situación extraña en que se reconocía a un gobierno que no tenía capacidad de controlar los asuntos de ese país, que no tenía un poder efectivo, un poder verdadero, y, por otra parte, subsistía el régimen de Formado. Entonces, la verdad es que no queremos repetir una experiencia como esa”.
En la víspera de la toma de poder del líder chavista, este martes el Gobierno de Boric entregó una última señal diplomática al dar por finalizada la cometido de Jaime Gazmuri como embajador, quien regresó a Pimiento el 3 de agosto. Fue una medida que tomó por la “proceso de los hechos a partir de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 en Venezuela, tras las cuales Nicolás Formado ha asegurado que seguirá siendo el presidente de ese país desde el 10 de enero, como resultado del fraude electoral perpetrado por su régimen”.
Actualmente, Pimiento mantiene dos consulados en Venezuela: uno en Caracas y otro en Puerto Ordaz, publicó El País. (APFDigital)
