La abogada querellante Gabriela Carpineti indicó a Télam que según la información que maneja dos de los testigos "reafirmarán que el joven estaba indefenso cuando el agente le disparó.
Camila Magallanes, la novia del joven baleado y mamá de su hija, Walter, el muchacho que pasaba circunstancialmente por el lugar y ayudó a trasladar a la víctima al Hospital Argerich, y Patricia Juárez, la vecina que tenía botón antipánico y policía de custodia, declaran hoy en el juzgado 35 de Instrucción, donde ya se llevaron a cabo seis declaraciones testimoniales.
Tanto Magallanes como Walter "presenciaron el hecho de manera directa, es decir, visualizaron con mucha claridad el momento en que el agente Ricardo Ayala de la Policía Metropolitana disparó tres balas a Lucas, y estuvieron en el posterior traslado al hospital", señaló la abogada.
"Ambos ratificarán que este hecho no estaba vinculado a ningún episodio de violencia de género, como se buscó instalar desde un primer momento, y reafirmarán que el botón antipánico no fue la causal de la intervención policial sino que fue presionado por el policía luego de producido el hecho para advertirle a otros agentes que lo vayan a retirar", manifestó.
La letrada insistió en que "ambos afirman que Lucas estaba desarmado y que el policía le disparó tres balazos, el primero es el que lo arroja al piso y los otros dos son ya en un estado de indefensión absoluta en el piso".
Carpineti aseguró que la mayoría de las declaraciones realizadas hasta ahora coinciden en "describir el accionar ilegal de la policía salvó la versión policial".
Precisó que durante los días que lleva la investigación "esta querella junto a la Procuraduría Contra la Violencia Institucional (Procuvin) ha trabajado muy fuertemente para desmontar la falsa versión policial que intentó hacernos creer que hubo un enfrentamiento o en su defecto un hecho vinculado a la violencia de género".
"Eso quedó absolutamente descartado -insistió- a partir de elementos probatorios contundentes, tanto a nivel pericial como testimonial".