Bolsonaro amenazó con excluir a la Argentina del Mercosur si el triunfo de Alberto Fernández implica un retroceso del libre comercio
De gira por el Extremo Oriente, en tránsito entre Tokyo y Beijing, el presidente Jair Bolsonaro no logró despegarse de su ansiedad por las elecciones del próximo domingo en la Argentina. “Si vence la oposición, queremos que continúe la apertura comercial de la misma forma como venimos haciendo con el presidente Mauricio Macri”, sostuvo Bolsonaro. Y remató, al considerar la posibilidad de la derrota de Macri el próximo domingo: “pueden colocar en riesgo a todo el Mercosur”.
En tono más desafiante, el presidente del Brasil propuso: “En caso contrario, nos reuniremos con Paraguay y Uruguay y tomaremos una decisión semejante a la que se tomó contra Asunción”. Se refería a la suspensión de los paraguayos, en junio de 2012, por los países del Mercosur luego de que el Parlamento derribara al ex presidente Fernando Lugo.
Ocurre que la sanción a un país del bloque puede ocurrir, exclusivamente, por la cláusula democrática y no por razones económicas. Coherente con su postura “aperturista”, Bolsonaro insistió en la necesidad de “flexibilizar” el bloque sureño, de modo que cada país pueda realizar en forma individual, y no colectiva, acuerdos de libre comercio con terceros: “Nuestra idea es abrir el mercado y comerciar con todo el mundo” insistió el presidente brasileño.
Las suyas no son apenas palabras o intenciones. En la próxima cumbre del Mercosur, el 5 de diciembre en Bento Gonçalves, ya se sabrá si le toca a Alberto Fernández conducir el destino de los argentinos. Sin embargo, Bolsonaro y su canciller Ernesto Araújo se las ingeniaron para evitar la presencia del futuro jefe de la Casa Rosada. Le tocará a Macri estar en esa cita. Y no es casual que exista esa “prisa”.
En la reunión de presidentes del bloque, Brasil (que tiene la presidencia pro tempore) irá a presentar un plan de apertura concreto: plantea reducir prácticamente a la mitad el arancel de los productos industriales; es decir de 13,6% promedio a 6,4%. Creen que para llevar adelante esa iniciativa contarían con el apoyo de Macri. Solo que a ese proyecto le falta, inclusive, el respaldo interno. Varias cámaras industriales de primera línea en Brasil se posicionaron contra esa iniciativa, a la que ven como generadora de más desempleo.