Por estos días y hasta el 10 de diciembre, María Eugenia Vidal, la elegida este domingo para ocupar el cargo de gobernadora de la provincia de Buenos Aires, tendrá doble función y esta es una realidad que deja a las claras que la ahora delgada y muy risueña dirigente hizo su carrera política en la Ciudad de Buenos Aires pero tendrá que cruzar la General Paz, más allá de que haya caminado algún que otro barrio durante su campaña, para conducir el distrito más poblado del país.
El triunfo de María Eugenia Vidal sorpende a propios y ajenos porque ni siquiera los bocas de urnas más optimistas para los macristas indicaban el domingo que Vidal ganaría la gobernación. Sin embargo, cuando el conteo iba avanzando en las escuelas del conurbano se empezó a hablar que esto que podría ocurrir, hasta que fue una realidad.
Pero en el macrismo siempre tuvieron claro que la candidatura de Vidal sólo tenía el objetivo de impulsar a Macri en la provincia de Buenos Aires, y si bien esta mujer no era conocida y eso se les decía a los armadores de la boleta, respondían con seguridad: "Impulsa la boleta a presidente. No importa quién vaya a gobernar".
Muestra de que no estaba seriamente pensado el posible triunfo, desde la organización de los grupos de trabajo macrista, es que no tenían pensado miembros de su gabinete, ni siquiera una lista armada.
´
Pero desde ayer, el lunes tras las elecciones que sorprendieron por los resultados, en el entorno de la vicejefa porteña comenzaron los rumores de quiénes integrarán su gabinete. Semana atrás y durante el periodo de campaña no dieron nombres y como indicábamos párrafos atrás, no habían previsto que podían ganar.
Sin embargo, ya se barajan las cartas con las posibles carts: el intendente de Vicente López, Jorge Macri, suena para la Jefatura del Gabinete. El peronista Cristian Ritondo también es mencionado para ese cargo o para el Ministerio de Gobierno, desde donde intentará encauzar la relación con el complejo PJ bonaerense.
Los macristas no han tenido vínculo, como les gusta decir a ellos, con Buenos Aires. Para muestra es más que valioso decir que en 2011 no tuvieron candidato a gobernador y en cuatro años, pasaron de ese escenario a ser quiénes gobernarán la provincia a partir de 2016.
Senado y Diputados
En el Senado, estaban en juego dos bancas y entraron 13 senadores bonaerense de Cambiemos. Por tanto contarán con bloque de 16 sobre 46.
En la Cámara de Diputados provincial, ponían en juego cuatro bancas y entraron 19. El bloque tendrá 25 diputados sobre 92. En ambos casos, están lejos del escenario de la Legislatura porteña, donde años de ganar elecciones los ayudó a consolidar una bancada que, entre otras cosas, impidió que a Mauricio Macri lo destituyeran por las escuchas ilegales en el momento más álgido de la causa judicial.
El trabajo político podría encararlo Ritondo, debido a su relación con el peronismo. También en el PRO lo imaginan como un nexo con las intendencias por lo que un lugar que podría ocupar es el Ministerio de Gobierno. Otro puesto podría ser la Jefatura de Gabinete, aunque Vidal comentó ayer que para ese lugar está evaluando a Jorge Macri.
Igualmente, si bien intentan mostrar desde los estudios de televisión que ya están trabajando, dicen desde los espacios de confianza de Vidal: “Seguro esta semana empezamos, pero no vamos a apurarnos”.
Los nombres igual empiezan a girar: Federico Salvai, la mano derecha de Vidal, podría tener un lugar de importancia en el futuro gobierno provincial. También es posible que recale allí Pablo Clusellas, apoderado del PRO en la provincia, quien podría ir a Justicia, en caso de que Macri no gane la presidencia (lo querría para la Secretaría Legal y Técnica nacional). También suena para ese lugar el actual procurador porteño Julio Conte Grand. Para el ministerio de Asuntos Agrarios suena Leonardo Sarquís, ex gerente de Monsanto, y para Seguridad, Eugenio Burzaco.
La ministra de Desarrollo Social porteña, Carolina Stanley, podría ocupar un cargo similar en provincia y Hernán Lacunza formará parte del equipo económico. Vidal ya lo puso a monitorear el Presupuesto bonaerense.
Pero no hay dudas que ahora deberán aprontarse para gobernar la provincia de Buenos Aires, uno de los territorios más difíciles por su extensión y su densidad poblacional, además de los problemas complejos que se plantea en materia de vivienda, salud, educación y seguridad. De aquí no surgen más que preguntas.
La primera gobernadora mujer del territorio y que no es peronista se tendrá que armar de coraje para liderar este bastión importante, con muchas cuestiones resueltas y -aún- tanto que resolver.