La CGT recibió al FMI y transmitió su preocupación por la situación social
La mesa chica de la CGT recibió al FMI en la sede de la UOCRA donde le transmitieron su preocupación por la situación social y laboral.
La delegación de los economistas del FMI estuvo compuesta por Joyce Wong, Paolo Didine y Roberto Cardarelli.
La CGT ratificó a la misión del FMI su preocupación por el acuerdo alcanzado con el Gobierno nacional: «sin ser apocalípticos, una preocupación real por una situación de desborde social».
LEER MÁS: El Gobierno de Macri quita el Fondo Sojero perjudicando a los municipios bonaerenses
La reunión
La reunión duró una hora y media. No hubo traductores. Cardarelli maneja el castellano. La CGT planteó siete puntos transversales por lo que reconstruyó este diario. El italiano respondió algunos y otros solamente los escuchó. Acordaron volver a verse en unos meses.
Luego de los saludos de rigor, los dirigentes sindicales Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña, Gerardo Martínez, José Lingeri, Andrés Rodríguez y Omar Maturano le hicieron saber lo refractaria que es la imagen del FMI en el país.
«En esta ocasión no nos ofrecimos nosotros, sino que nos vinieron a buscar», explicó Cardarelli y agregó: «Queremos contribuir a mejorar la situación económica de la Argentina».
El primero de los siete ítems que planteó la CGT fue saber si «están garantizados los recursos para mantener la ayuda social». Cardarelli no solo que lo confirmó sino que agregó que «de ser necesario se profundizarán esos recursos».
LEER MÁS: La Central confirmó que hubo alto acatamiento al paro general
A posterior se le hizo saber a la delegación que la CGT viene pidiéndole al Gobierno «una mesa multisectorial que incluya al Gobierno, empresarios, sindicatos, organizaciones populares y a la oposición política». Sobre este punto, el italiano se excusó de opinar.
Cardarelli ratificó las palabras de Jorge Triaca respecto de que el Fondo no impulsa ningún cambio en la legislación laboral argentina. Fue la respuesta al tercer punto en el que los dirigentes sindicales dijeron que no iban a avalar, en este contexto de crisis económica con despidos y cierres de empresas, ningún tipo de reforma laboral.
Continuando, los dirigentes pidieron que un parte de los aportes del Fondo se destinen a inversión productiva para estimular el mercado interno. A su vez, le hicieron saber que el Gobierno deberá mantener firme los presupuestos destinado a obra pública e infraestructura ya que «el sector de la construcción es un motor fundamental de la actividad económica».
Luego, el repaso de la situación económica social: los jefes sindicales les hicieron saber «de las variables económicas a las que el Gobierno no puede controlar».
Hicieron foco en la inflación, las últimas disparadas del dólar y el déficit comercial. Cardarelli, siempre según fuentes sindicales, respondió que confía en que el Gobierno cumplirá con la baja del déficit fiscal pero que no cumplirá este año con la meta inflacionaria.
De hecho, a la salida del cónclave se refirió al respecto en un breve cruce con los periodistas allí apostados: «Claro que la inflación tiene que bajar. Creemos que lo va a hacer el año que viene».
Volviendo al encuentro puertas adentro, finalmente la CGT advirtió sobre «una preocupación real de desbordes por la acuciante situación social».
Cardarelli dijo que que habrá «salvaguardia sobre los programa de protección social», algo que repitió ante la prensa.
Por lo que supo este diario, el jefe de la delegación del Fondo hizo una análisis de la economía en un tramo del mitín que fue por este lado: «El problema de la macroeconomía argentina es estructural, nos preocupa tanto el déficit de cuenta corriente como el fiscal».
Amplió: «El FMI ha sugerido que se reforme la carta orgánica del Banco Central, entendemos que aportaría a los mercados una clara señal de independencia, credibilidad y previsibilidad».