La mayoría de las líneas de colectivos, a partir del 19 de agosto pasado decidieron suspender el servicio nocturno de 22 a 5, además de reducir las frecuencias diurnas, en protesta por la deuda en subsidios que mantiene el Estado nacional con las empresas de transporte de pasajeros del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Y para este lunes, se espera nuevamente la misma escena desde que comenzó la medida: largas filas de pasajeros y pasajeras a la espera de poder viajar, con innumerables complicaciones, a sus lugares de destino.
La decisión de interrumpir el servicio y disminuir las frecuencias parte desde aquellas líneas que forman parte de la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (CEAP), la Cámara Empresaria del Transporte Urbano de Buenos Aires (CETUBA) y la Cámara del Transporte de la Provincia de Buenos Aires (CTPBA), unas 100 de un total aproximado de 400 líneas de colectivos que circulan en el AMBA.
El pago parcial efectuado por el Gobierno nacional no cumplieron con las expectativas de los empresarios, y frente a un panorama en el que no están previstas reuniones de las partes,todo hace presuponer que los castigados seguirán siendo los usuarios de los colectivos que iniciarán la semana con la necesidad de dirigirse a sus trabajos y lugares de estudio con el tiempo prudencial y la paciencia lógica del caso.