Confirman la prisión preventiva para Bazán y Villalba
El juez de Garantías 4 de Lomas de Zamora, Sebastián Monelos, dictó hoy la prisión preventiva para Marcos Esteban Bazán y Marcelo Sergio Villalba, los dos detenidos por el crimen de Anahí Benítez, la adolescente hallada violada, asesinada y enterrada en la reserva natural Santa Catalina de Lomas de Zamora, informaron fuentes judiciales.
Monelos avaló así el pedido que habían formulado el lunes pasado las fiscales de la causa, Fabiola Juanatey y Verónica Pérez, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 Especializada en Femicidios de Lomas de Zamora.
En el caso de Bazán, quedó detenido por los delitos de «privación ilegal de la libertad en concurso real con homicidio triplemente calificado por su comisión mediante alevosía, criminis causa y mediando violencia de género».
A Villalba le imputan esa misma carátula, pero le agregan también «robo», por haberse apoderado del celular de la víctima, y «abuso sexual con acceso carnal», ya que su ADN fue hallado en el cuerpo de la víctima.
El abogado de Bazán, Lucio de Rosa, aseguró esta mañana a la prensa en la puerta de Tribunales de Lomas de Zamora, que al conocer la resolución pudo hablar de manera informal con el juez Monelos y que el magistrado le dijo que aún hay mucha prueba por producir y analizar y que si dejaba preso a su cliente era «por una medida preventiva ya que se trata de una causa de un homicidio».
Al pedir la prisión preventiva, las fiscales sostuvieron que «es evidente que Anahí Aldana Benítez no estuvo alejada de su hogar por propia voluntad» y que en base a las pruebas obtenidas «se deriva lógicamente la participación indefectible de al menos dos personas».
En el caso de Villalba, las fiscales resaltaron la prueba clave de ADN que determinó que su perfil genético coincide con el patrón masculino hallado en el hisopado anal de la víctima, lo que prueba que él fue el autor del abuso sexual.
También subrayaron que en poder de su hijo adolescente fue hallado el celular Samsung Core 2 que pertenecía a la víctima y él dijo haber encontrado tirado en la calle -algo que los investigadores no creen- y que el 1 de agosto a las 23.35 Villalba publicó en su Facebook una selfie con la leyenda «sólo por placer».
Respecto de Bazán, las fiscales le dieron una importancia preponderante a la labor que hizo el perro «Bruno», de la División Canes de la Secretaría de Seguridad del Municipio de Escobar.
El perro percibió «rastros de olor de la víctima en la cocina comedor» de la casa de Bazán y en uno de los galpones donde criaba hongos y remarcaron que, según los entrenadores del can, «Anahí no había salido con vida del lugar», pero también detectó una muestra olfativa de Bazán en el pozo donde fue hallado el cuerpo.
Otra prueba que compromete a Bazán es la tijera escolar con la inscripción «Lautaro M.» que fue encontrada en su casa y está probado que pertenecía al mejor amigo de Anahí y desde febrero pasado estaba en poder de la víctima.
Además, dos hermanos declararon que el día de la desaparición de Anahí, 29 de julio, se cruzaron en la reserva Santa Catalina, cerca de la casa de Bazán, con una mujer que les llamó la atención porque «caminaba lento como medio zombi».
Las fiscales destacan la coincidencia del arroz que Bazán dijo que tenía en una olla para alimentar a sus perros con el informe de autopsia que detectó «una papilla» con alimento similar en el estómago de Anahí.
Las acusadoras también resaltan al «extenso contenido de carácter pornográfico» hallado en el celular del Bazán y en una serie de mensajes de texto y de audio en los que el acusado hace referencia a «la burundanga» u otras drogas -reconoció que fumaba cinco porros por día-.
El viernes se conoció un nuevo peritaje geológico que determinó que una de las palas secuestradas en la casa de Bazán tenía adherida la misma tierra que hay en el sitio donde fue sepultada la víctima.