Brasil vive horas convulsionadas, una vez más. Lo que sacudió a la sociedad del país vecino fue ahora el asesinato de una activista que denunció la violencia policial en Río de Janeiro. Amnistía Internacional demandó una «investigación rigurosa» sobre el crimen de Marielle Franco, que además era concejala del Partido Socialismo y Libertad.
La mujer fue asesinada de al menos 4 balazos en la cabeza ayer por la noche en el centro carioca luego de participar en un encuentro sobre los derechos de las mujeres negras. Junto a la activista, murió el chofer del vehículo que la trasladaba y fue herida una asesora –identificada como Fernanda Chaves- que luego fue indagada durante cuatro horas por la Policía Civil, de investigaciones, que trabaja con la hipótesis de «ejecución».
La Policía Civil de Río de Janeiro informó de que el ataque fue efectuado por pistoleros que estaban en otro vehículo y que dispararon indiscriminadamente sin hacer ninguna advertencia y huyeron sin robar nada.