La información, que otorgó el Instituto Nacional de Enfermedades transmisibles de Sudáfrica (NICD, por sus siglas en inglés) fue calificada como «de interés», es decir que requiere atención, ya que la nueva variante comparte características de la variante Delta o la Kent.
La variante denominada C.1.2, se detectó por primera vez en mayo y se extendió a las provincias sudafricanas. Además, también hubo casos en otros siete países de África, Europa, Asia y Oceanía, especialmente en China, Nueva Zelanda y el Reino Unido.
Si bien la mayoría de las infecciones por Covid-19 en Sudáfrica están siendo provocadas por la Delta, los científicos mostraron preocupación por la nueva mutación debido a «su potencial», ya que presenta mutaciones «dos veces más rápidas» por lo que podría afectar a la protección otorgada por las vacunas contra el coronavirus.
Según lo investigado hasta el momento, la C.1.2 contiene múltiples mutaciones que se asocian a otras variantes con mayor transmisibilidad y menor sensibilidad a los anticuerpos neutralizantes. Sin embargo, los científicos no tienen una precisión sobre cómo afecta al comportamiento del virus.
«Se trata de una variante que tiene gran número de mutaciones: sólo en la proteína Spike tiene más de 12 y en total tiene unas 59 mutaciones respecto de la Wuhan; entonces es una de las versiones del virus más distinta a la de referencia; pero la buena noticia es que no se está viendo un comportamiento epidemiológico distintivo«, describió el investigador Humberto Debat a la agencia Télam.
Las variantes sudafricanas
La Red de Vigilancia Genómica de Sudáfrica (NGS-SA) detectó a finales del 2020 la variante Beta, que convirtió a Sudáfrica en el primer país en encontrar esa mutación.
La variante Beta, denominada 5017.V2, se propaga más facilmente que la versión original del coronavirus y, por ello, es una de las cuatro calificadas como «preocupantes» por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta situación obligó a algunos países a restringir los viajes hacia Sudáfrica con el fin de evitar la propagación del virus mutado.
La OMS identifica como variantes de preocupación (VOC) a cuatro mutaciones: Beta, Delta, Alpha y Gamma (Manaos).
Las VOC son aquellas variantes que están asociadas a uno o más de los siguientes cambios en un grado significativo:
- aumento de la transmisibilidad o cambio perjudicial en la epidemiología de la Covid-19
- incremento de la virulencia o cambio en la presentación clínica de la enfermedad
- disminución de la eficacia de las medidas sociales de los medios de diagnóstico, las vacunas y los tratamientos disponibles.
Además, la OMS definió que existen variantes de interés (VOI) que son Eta, Iota (de California), Kappa (de India) y Lambda (conocida como la variante Andina, identificada por primera vez en Perú y bastante predominante en América Latina).
Las VOI son aquellas que presentan cambios en el genoma que, según se ha demostrado o se prevé, afectan a características del virus como su transmisibilidad, la gravedad de la enfermedad que causa y su capacidad para escapar a la acción del sistema inmunitario, ser detectado por medios diagnósticos o ser atacado por medicamentos.
En tanto, la nueva variante sudafricana no puede ser considerada aún como «de preocupación», ya que «no se está expandiendo ni geográfica ni cronológicamente; en todo el mundo sólo se reportaron 101 muestras con esta variante, lo el cual es muy poco», indicó Debat. La C.1.2 se cataloga como variante «de interés».