Santiago Cafiero convocó una reunión de gabinete de urgencia en Casa Rosada para analizar nuevas restricciones luego de que se registraran más de 27.000 casos de coronavirus en las últimas 24 horas.
Al encuentro asistieron Carla Vizzotti, Matias Lammens, Sabina Frederic, Nicolás Trotta, Agustín Rossi, Claudio Moroni y Matías Kulfas. Alberto Fernández se sumó por teléfono porque todavía continuaba aislado en la Quinta de Olivos tras dar positivo de coronavirus. El Presidente espera con impaciencia que le den de alta, pero apnas han pasado nueve días desde que dio positivo.
Entre las opciones que se manejan, se debatió bastante la necesidad de imponer una cuarentena dura o cierre total, pero con un principio y final muy claro, para evitar repetir el error de la cuarentena eterna del año pasado. «Se habló de una cuarentena total de siete días que empiece este sábado o domingo».
El presidente anunció la semana pasada restricciones a la nocturnidad y las reuniones sociales. La suba sin freno de los contagios llevó a que el comité de expertos que lo asesora pidiera tan sólo tres días después de la entrada en vigencia de esas medidas que las restricciones fueran mayores ante la venida de una «nueva pandemia». En ese sentido sugieren una cuarentena dura con «principio y final» para que la sociedad la acate.
Esta decisión del Gobierno de una cuarentena light hizo escalar la tensión con Axel Kicillof. En la provincia volvieron a insistir con medidas más duras y sumaron el apoyo de intendentes oficialistas y opositores.
En el medio, la Ciudad sigue resistiendo la implementación de una cuarentena dura, aunque reconocen que la idea está en el aire y si la Casa Rosada la impone, la acatarán.