Desde el comienzo de su gestión, Javier Ibañez impulsó un ajuste en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial -INTI-, que acompañó con actos de censura y amenazas hacia los trabajadores.
Este viernes se concretó el envío de 260 telegramas de despido a los empleados del área de ciencia y técnica.
El 8 de agosto del año pasado, el director llegó a cerrar el organismo para evitar una conferencia de prensa que tenían pensado realizar los delegados, en el marco de un paro al que habían convocado para denunciarlo por malversación de fondos y persecución sindical.
A los pocos meses, prohibió un debate convocado por los trabajadores para discutir el recorte presupuestario previsto para este año.
Como si esto fuera poco, a principios de noviembre Ibañez envió una amenazante carta en contra de una medida de fuerza, en la que extorsionó a los empleados con descuentos de días de trabajo y la pérdida del presentismo; al tiempo que explicitaba su compromiso con el “reformismo permanente” anunciado dos días antes por el presidente Mauricio Macri.
“Todavía no se dan cuenta que el país cambió y no todo da lo mismo”, comenzaba el comunicado en el que las autoridades celebraban “el contexto del país”.
