A través del reporte Nº 19, el Proyecto Argentino Interinstitucional de Genómica de SARS-CoV2 (Proyecto PAIS) difundió el número de casos detectados con las distintas variantes y mutaciones del coronavirus en Ciudad de Buenos Aires, algunas localidades de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Neuquén.
De la mutación S_E484K (característica de la variante de Río de Janeiro) se detectaron 32 muestras, de las cuales cinco corresponden a pacientes del conurbano sur: tres de Lanús, uno de Almirante Brown y otro de Ezeiza. De la misma variante también se detectaron dos casos en Berazategui y dos en Lobos.
En zona sur también se descubrieron dos casos de la mutación S_L452R (que todavía no está agrupada en ninguna variante), uno en Almirante Brown y otro en Lanús Oeste, de los cuales ninguno tiene historia de viaje ni contacto estrecho con viajeros, por lo que serían casos de transmisión comunitaria.
Del sur del GBA también corresponden 26 de las 63 muestras detectadas de la mutación S_L452Q (también sin variante identificada), de la cual no se especificaron las localidades. Por otra parte, el Proyecto PAIS también detectó 54 muestras de la variante de Reino Unido (de la detección conjunta de las mutaciones N501Y, A570D, D614G, P681H y T716I) y 16 de la variante Manaos.
Ninguna de ellas está presente en la región. Cabe destacar que las mutaciones que más preocupan son 2: N501Y y E484K. La primera, presente en las variantes de Gran Bretaña y Manaos, está relacionada a una mayor transmisibilidad del coronavirus.
La segunda, presente tanto en las variantes de Manaos como Río de Janeiro, se vincula con una mayor capacidad del virus para evadir al sistema inmunológico.
Si bien las tres variantes favorecen al virus para propagarse más rápido, según los datos obtenidos, no parecen aumentar el riesgo de enfermedad grave o la tasa de mortalidad ni tampoco afectar la efectividad de las vacunas.
Coronavirus: ¿Qué son las mutaciones, variantes y cepas?
Es importante remarcar algunas diferencias en torno a los distintos conceptos que se empezaron a manejar desde la irrupción del coronavirus. Por un lado, cuando se habla de mutaciones se hace referencia a los cambios que tienen los virus en su código genético.
Todos los virus mutan constantemente, a diferente ritmo y con diferentes repercusiones. Las distintas mutaciones se agrupan en variantes, a las que se designa una serie de números y letras para identificarlos: como ejemplo, la variante B.1.1.7, una de las de más sonadas en Reino Unido, incluye 23 mutaciones respecto al virus hallado en China a fines de 2019.
Por último, se conoce como cepa al cambio drástico que experimenta un virus en su cadena genética que genera una nueva especie de virus.
Si bien este concepto muchas veces fue empleado en el último tiempo y hasta confundido con el de variante, este fenómeno todavía no se dio con el SARS-CoV-2. De hecho, la actual pandemia ocurrió tras la aparición de una nueva cepa producto de mutaciones sustanciales en el código genético SARS-CoV, un virus hallado por primera vez en 2003 y que causa el síndrome respiratorio agudo severo o SARS.