Infusión nacional, símbolo de nuestra tradición y costumbres, compañero de ruta y sin lugar a dudas, bebida que une a los argentinos. Como cada 30 de noviembre, hoy se celebra en nuestro país el “Día Nacional del Mate”, jornada que conmemora el nacimiento del caudillo Andrés Guacurarí y Artigas, conocido popularmente como “Andresito”, único gobernador indígena de la historia argentina y principal impulsor de la producción y distribución de la yerba mate.
De familia guaraní, “Andresito” llegó al mundo el 30 de noviembre de 1778 en Santo Tomé (Corrientes) y gobernó la Provincia Grande de las Misiones.
A partir de la Ley 27.117 sancionada en diciembre de 2014 por el Congreso de la Nación, el ritual preferido de los argentinos tiene su día de forma oficial. Además, esta norma promueve en todos los eventos y actividades oficiales de índole cultural, la promoción del consumo de mate y su representatividad en las tradiciones nacionales.
El Mate, Infusión Nacional
El mate es la infusión con más arraigo en el país -los argentinos consumimos 277 millones de kilos de yerba mate al año- y por este motivo en el año 2013 el Congreso Nacional la declaró como “Infusión Nacional”.
Por si fuera poco, según datos brindados por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), está presente en más del 90% de los hogares y el consumo de mate caliente (el modo tradicional y más popular) aporta al organismo gran cantidad de polifenoles -poderoso antioxidante-, vitaminas del complejo B, potasio y magnesio -fundamentales para el correcto funcionamiento de nuestro corazón- y xantinas (cafeína, teobromina) -componentes naturales que estimulan el Sistema Nervioso Central y contribuyen al esfuerzo físico e intelectual-.
Cómo preparar un buen mate
Además de la elección de la yerba -todos tenemos nuestra marca preferida-, uno de los elementos fundamentales para disfrutar de una buena «mateada» radica en torno a la temperatura del agua.
La clave está en arrancar las primeras cebadas con agua tibia, mojando solo la parte de la yerba donde colocamos la bombilla. Esto nos permitirá ofrecer una mateada rendidora y con sabor sostenido.
Después de tres o cuatro cebadas a «temperatura inicial», ya se puede pasar al agua más caliente, a unos 75° C a 80° C. También, podremos mojar el resto de la yerba y así disfrutar delas características plenas de la marca elegida.
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