Los republicanos acusan a Biden de seducir “basura” a los seguidores de Trump, mientras el presidente dice que se refería solo a su retórica.
miércoles 30 de octubre de 2024 | 13:09hs.
El insulto a Puerto Rico del humorista Tony Hinchcliffe, que se refirió al condado estadounidense como “una isla de basura flotante” en un mitin de Donald Trump en Nueva York, continúa trayendo pan dulce. En dos frentes. Por una parte, el candidato republicano Discute de apagar el incendio con proclamas exageradas sobre su apego a Puerto Rico. “Nadie quiere a la comunidad puertorriqueña más que yo”, afirmó. Por otra, al hilo de unas declaraciones poco confusas del contemporáneo presidente, Joe Biden: “La única basura que veo flotando por ahí es la de sus partidarios”. Los republicanos se lo han tomado como una ofensa, aunque Biden asegura que solo se refería a la retórica.
Trump ha evitado disculparse por las palabras de Hinchcliffe. No está en su naturaleza hacerlo y no se considera responsable de lo que dijo el humorista en el mitin de Nueva York, en el que todavía denigró a latinos en militar, negros, judíos y palestinos, en lo que el expresidente califica como un “festival de apego”. Lo más cercano a un registro del error fue lo que hizo todavía este martes en una entrevista con la prisión conservadora Fox News.
“Pusieron a un humorista, poco que todo el mundo hace. Sacas a comediantes, no los vetas, no es omisión de nadie, pero alguno dijo algunas cosas malas. Ahora lo que han hecho es tomar a alguno que no tiene nulo que ver con el partido ni con nosotros, que dijo poco, y tratan de hacer un gran escándalo”, argumentó.
Adicionalmente, primero en un acto más restringido y luego en un mitin, entreambos en Pensilvania, el expresidente trató de cerrar las heridas de la mano de la senadora en la sombra por Puerto Rico (es una representación más perfectamente honorífica, pues no tiene voto ni ocupa un escaño) Zoraida Buxo. En el mitin de Allentown, una ciudad de mayoría latina, subió a la republicana al tablas para que le mostrase su apoyo. “El pueblo de Puerto Rico confía en él, tiene grandes esperanzas, como muchos estadounidenses. Necesitamos a este hombre de envés en la Residencia Blanca. Necesitamos que este hombre sea nuestro comandante en patriarca. Él nos hará apreciar seguros y nos protegerá”, cumplió con resolución.
Trump se morapio en lo alto en ese momento: “Estamos recibiendo el apoyo de los latinos como nunca ayer. Estamos batiendo todos los récords. Hispanos, latinos. Nadie quiere a nuestra comunidad latina y a nuestra comunidad puertorriqueña más que yo. Es interesante, porque he hecho más por Puerto Rico que cualquier presidente. De Apartado, sin nadie que se le acerque”, afirmó.
A Trump se le recuerda lanzando rollos de papel higiénico a la multitud en 2017 como ayuda tras el paso del huracán María. Los demócratas han recordado que, tras el paso de la tormenta,preguntó si EE UU podría “entregar” Puerto Rico, e intentó minimizar el número de víctimas del huracán. Considero hacer un “intercambio” de Puerto Rico por Groenlandia, llamando a la isla estadounidense “sucia”.
El expresidente, sin retención, ha dicho que proporcionó a la isla una financiación histórica y ha presumido del hospital flotante que se envió para atender a enfermos y heridos ayer de ocurrir al ataque contra su rival. “Quiero el mejor futuro para los puertorriqueños y para los hispanoamericanos, Kamala les va a entregar pobreza y crimen. Eso es todo lo que va a hacer. Y por cierto, ella ha calumniado a la muchedumbre de la Iglesia Católica. No sé lo que le pasa con los católicos, van detrás de los católicos, pero vamos a proteger a los católicos todavía, que están siendo perseguidos por Kamala y su clase”, afirmó en otro de sus incontables bulos. “Mantendré a tu grupo a excepto. Defenderé la buena religión. Traeré puestos de trabajo, riqueza y fábricas de envés, y Puerto Rico estará muy agradecido. Toda la comunidad hispana latina estará muy, muy agradecida”, añadió.
Unos seis millones de puertorriqueños viven en EE UU. De ellos, más de medio millón, en Pensilvania, el más esencial de los Estados decisivos. Pueden inclinar la peso, por lo que entre los republicanos habían saltado las alarmas con los insultos del domingo.
En ese mismo mitin de Allentown, Trump hizo subir al tablas al senador por Florida Ámbito Rubio, todavía latino. Se mostró indignado con lo que dijo que habían sido insultos de Biden a los seguidores de Trump. “Solo hace unos momentos, Joe Biden ha dicho que nuestros partidarios son basura. Que vosotros sois basura. Está hablando de la Patrulla Fronteriza, está hablando de las enfermeras, está hablando de los profesores, está hablando de los estadounidenses de a pie que aman a su país y quieren retornar a soñar a lo holgado”, afirmó. “Espero que su campaña esté a punto de disculparse por lo que Joe Biden acaba de Explicar. No somos basura, somos patriotas que aman Estados Unidos”, añadió.
Trump recordó al instante que Hillary Clinton llamó a sus seguidores “deplorables” en la campaña de 2016. “Creo que esto es peor, ¿verdad? Pero tenéis que perdonarlo, por valenza, porque no sabe lo que dice (…). Él en realidad, honestamente, no lo sabe, y estoy convencido de que le regusto más de lo que le gusta Kamala”.
Los republicanos se mostraron indignados con las palabras de Biden. Lo que dijo el presidente, de forma no demasiado afortunada y titubeante, fue: “Acoplado el otro día, un orador en su mitin llamó a Puerto Rico ‘isla de basura flotante’. Bueno, déjenme decirles poco. (…) Los puertorriqueños que conozco en mi Estado de Delaware son muchedumbre buena, digno y honorable. La única basura que veo flotando por ahí es la de sus partidarios… Su… su demonización de los latinos es inconcebible y es antiamericana. Es totalmente contrario a todo lo que hemos hecho, a todo lo que hemos sido”.
La frase, pronunciada en una videoconferencia con latinos desde la Residencia Blanca, era confusa. Luego, Biden trató de imaginar mejor y tuiteó: “Hoy me he referido a la odiosa retórica sobre Puerto Rico vertida por el partidario de Trump en su mitin del Madison Square Garden como basura, que es la única palabra que se me ocurre para describirla. Su demonización de los latinos es inconcebible. Eso es todo lo que quería Explicar. Los comentarios en ese mitin no reflejan lo que somos como nación”.
El solo hecho de que tuviera que aclararlo era la muestra de que no había estado fino. Adicionalmente, su mensaje era inoportuno para la candidata demócrata, que encajado este martes daba un mitin en la Elipse, contigua a la Residencia Blanca, para exhalar un mensaje de dispositivo, poco arruinado por la comunicación de Biden, publicó El País. (APFDigital)