Un policía murió y otros dos resultaron heridos en un tiroteo en el centro de la ciudad, en la turística zona de los Campos Elíseos, en una situación aún poco clara, en la que también falleció el presunto atacante, informó la Policía francesa.
El Ministerio del Interior francés informó a la prensa que sólo un policía falleció en el tiroteo que sacudió los Campos Elíseos, una de las zonas turísticas de París, y que otros dos resultaron heridos, lo que desmintió una declaración previa del sindicato de Policía que había anunciado que dos agentes habían fallecido.
La agencia de noticias Reuters informó que el tiroteo comenzó cuando un hombre atacó a la Policía en el medio de uno de los boulevares más famosos de la capital francesas y testigos contaron a la emisora local BFMTV que se escucharon «tiros de kalashnikov».
La Policía sólo informó que «existe una operación en curso en la zona de los Campos Elíseos» y aconsejó a la población de «permanecer alejada del lugar», luego de evacuar la zona, según su cuenta de Twitter.
Imágenes de la televisión mostraban al amplio boulevard lleno de patrullas y camionetas de la Policía.
El tiroteo sucede a sólo tres días de la primera vuelta presidencial y a menos de 24 horas de los actos de cierre de los principales candidatos, que habían sido planeados en medio de un creciente clima de tensión e incertidumbre por un resultado muy ajustado e imposible de pronosticar.
Para Trump, el tiroteo «parece otro ataque terrorista»
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que el tiroteo que sacudió el centro de París, que dejó al menos dos muertos, «parece otro ataque terrorista», y envió sus condolencias «al pueblo de Francia» por el «terrible» suceso.
«Es muy, muy terrible. Parece otro ataque terrorista. Qué puedo decirles, esto nunca se acaba, tenemos que mantenernos fuertes y vigilantes», dijo Trump en una conferencia de prensa después de reunirse en la Casa Blanca con el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni.
Tanto durante su campaña presidencial como desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha defendido una política de «mano dura y vigilancia» contra los grupos radicales islamistas.
Desde su asunción, Trump tomó varias medidas al respecto, entre las que destacan los polémicos vetos migratorios para «mantener a los terroristas islamistas radicales fuera de Estados Unidos» -actualmente suspendidos por la Justicia estadounidense-, el refuerzo de la ofensiva del Ejército estadounidense contra el Estado Islámico (EI) en Medio Oriente y Asia Central, y la firma de decretos para aumentar la capacidad y medios de las Fuerzas Armadas.